viernes, 16 de abril de 2010

Está bien que el cristiano sea pobre?

Durante muchos años se ha enseñado que para ser un verdadero cristiano, o que quien desee servir o agradar a Dios plenamente, no puede tener riquezas, no puede prosperar.
En qué se basan estas enseñanzas?
Son una malinterpretación de algunas frases de la Biblia, que no contradicen para nada el hecho de que tener posesiones sea una bendición.
Por ejemplo el Señor Jesús, habla de que "Cuán dificilmente entrarán en los cielos los que tienen riquezas !!!", o : "Vende lo que tienes, dalo a los pobres, y ven, sígueme"
También se ha hablado de recomendaciones de Pablo diciendo: "El amor al dinero es la raiz de todos los males", etc, etc.
En primer lugar . ES CIERTO : El amor al dinero, el afán por lo que vendrá mañana, la preocupación por "conservar" mi posición, si es que tengo algo, puede llegar a ser tan fuerte que me impida "desear" verdaderamente conocer el Reino de Dios. Porque el Reino de Dios es primeramente : CONFIAR, ABANDONARME EN LA PROVISION DE DIOS. Es creer en Jesucristo, primero para mi salvación: No son mis posesiones, mi posición social, mi cultura, mi preparación religiosa, ni ninguna de mis habilidades las que me llevarán al cielo, o a conocer el camino al cielo, sino mi debilidad, y desde alli, desde el conocimiento de mi debilidad, me puedo acercar a LA GRACIA, es decir EL REGALO de Dios que es la Salvación de mi alma : GRATUITAMENTE. No está basada mi salvación en los méritos de mi justicia, sino en SUS méritos. Jesús, el Hijo de Dios encarnado, se humilló tomando mi lugar, y cargó en El todos mis pecados. Eso quiere decir que en Sus méritos de santidad y perfección es que yo puedo alcanzar el camino al Padre, la reconciliación.
En otro de los evangelios, se aclara esta cuestión, cuando otro de los escritores evangélicos amplía la explicación de lo que Jesús quiso decir cuando dijo que sería difícil para los ricos entrar en el Reino de Dios :
"Cuán difícilmente entrarán en el Reino de Dios LOS QUE CONFIAN EN LAS RIQUEZAS" Allí empiezo a entender algo, allí se me empieza a hacer la luz;
No es que Dios quisiera que yo fuera pobre y hasta me falte para comer, pues ningún sacrificio que yo pudiera hacer me hará más justa delante de El. Pero quienes confían en las riquezas, creen que con ellas todo lo compran, aún el favor divino. Es más : quienes confían en las riquezas, no confían en Dios. No pueden confiar, pues no las obtuvieron confiando en Dios sino en sus métodos, sus esfuerzos, su estrategia.
Pero quienes CONFIAN EN DIOS, creen que EL ES SU PROVEEDOR.
He aquí la diferencia entre unos y otros.
Segundo punto : quienes aman las riquezas no aman a Dios; Es verdad: por eso dice que el amor al dinero es la raiz de todos los males. Porque por obtener dinero, más y más dinero, están dispuestos a olvidarse de Dios, a utilizar otros métodos que el de Dios. Y ¿por qué? Porque tienen miedo. Tienen miedo de que Dios no sea lo suficientemente generoso con ellos y prefieren arreglárselas sin él, esforzándose humanamente los más honestos, y robando, matando, produciendo  lo que hasta puede ser nocivo para otros sin que esto les importe un comino, otros.
Sin embargo, gracias a Dios que existe el sermón del monte, en el cual el mismo Jesucristo nos explica : "Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros muchos más que ellas?" Aquí está hablando de que las aves ni siquiera se esforzaron en trabajar, no sembraron, no segaron, no estudiaron cual era el mejor momento para recoger granos ni gusanos de la tierra. Simplemente por ser creación de Dios, Dios las cuidó. Dios, antes de crearlas, ya había pensado cómo proveerles cada día lo que ellas necesitarían para vivir, para hacer sus nidos, para criar sus bebés, etc.
"Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen : no trabajan ni hilan, pero os digo, que ni aún Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos."
A ver si entendí bien : Las florecillas silvestres que crecen en el campo tienen más riqueza y vestidos más costosos que el mismo Salomón, uno de los reyes más ricos que hubo en la historia? y me sigue diciendo Jesús mismo que "Dios hará mucho más a nosotros, hombres de poca fe"?
Entonces sí se pueden tener riquezas y agradar a Dios al mismo tiempo, pero ¿cómo? ¿Cuál es el secreto?
Que estas riquezas no vengan porque yo haya puesto mi corazón en ellas para obtenerlas, sino como añadidura.
Eso pasa, sí, creámoslo, eso pasa en estos momentos, en el presente, está pasando en muchos lados. Muchos cristianos se han decidido a aceptar que Dios les haga prósperos. Pero buscando primeramente el Reino de Dios y su justicia.
¿Qué significa esto?
Significa que mi móvil en la vida, ya no se limita a mi pequeña vidita. Al ser salvo, recibí el amor que viene de lo alto. Me empiezan a interesar los demás, empiezo a pensar en que les pasa a otros, dejo de estar todo el día centrado solamente en mí. Empiezo a vivir para Aquel que me amó y se dio a Sí mismo por mí. Empiezo a sentir compasión por otros, deseo transmitir el mensaje de Dios a otros, y también que otros puedan hacerlo en mayor cantidad. También empiezo a desear obedecerle para agradar cada vez más a Dios.
El Reino de Dios, para expandirse necesita voces, personas dispuestas a trasladarse a cualquier parte del mundo, a dar conferencias, a predicar el evangelio en cualquier parte y lugar, y quizás yo esté dispuesta a hacerlo, pero quizás no sea ese mi llamado. En ambos casos, si quiero prosperar, es importante que yo busque primeramente el reino de Dios también en el tema dinero. En la medida en que yo también colabore con dinero en la obra de Dios, El me dará más. Yo prosperaré, viviré  mejor, pero también haré que otros conozcan el evangelio con mis finanzas. Y eso va a querer decir también que  MI CORAZON ESTA AMANDO A DIOS CON TODAS SUS FUERZAS.
Pero eso no es todo.
Cada vez que doy una parte de mi dinero al Señor, estoy diciendo. YA SOY RICO Y ES GRACIAS A TI, SEÑOR, POR ESO COMO SOY RICA TE PUEDO DAR UNA PARTE DE LO QUE TENGO: y allí mismo le doy gracias POR LA FE, por lo que obtendré mañana.
El pueblo de Israel tiene hasta hoy una costumbre, que Dios mismo instituyó, y que es la siguiente :
Cada vez que traían su ofrenda al altar (los diezmos de sus primicias, es decir los diezmos de los primeros frutos que su tierra daba), ellos repetían una acción de gracias por haber entrado en la tierra prometida : "Declaro hoy a Jehová tu Dios, que he entrado en la tierra que juró Jehová a nuestros padres que nos daría"
Si la cosecha había sido abundante o no ese año no importaba, las palabras eran las mismas : eran palabras de fe por las cuales el "declaraba"que estaba en la tierra que fluye leche y miel, declaraba su prosperidad y agradecía a Dios por ella.
Es decir que el diezmo y la ofrenda, son actos de fe. Son demostraciones más que materiales, son un testimonio espiritual de que ya hemos recibido la prosperidad y la estamos disfrutando, la hemos creído y ella viene hacia nosotros. Ya no la pedimos más, ya estamos en la tierra que fluye leche y miel.
La Palabra de Dios dice que los que hemos creído en Jesús como nuestro Salvador personal, hemos sido librados "de la potestad de las tinieblas y trasladados al Reino de Su Amado Hijo"(Colosenses 1:13). No quiere decir esto que yo haya cambiado de país. Sigo habitando en el mismo lugar físico, sí. Sin embargo a nivel espiritual hubo un traslado radical. Antes estaba en el sistema del diablo, el sistema de este mundo, basado en ganancias egoístas, hechas a fuerza de sacrificio y sudor de mi frente. Ahora pasé al sistema divino, donde todo viene de arriba, por la fuerza de la fe en la Palabra.
Si hemos sido libertados de la potestad de las tinieblas, espiritualmente ya no estamos bajo el sistema de este mundo, ni siquiera en lo económico. Nuestro sistema es de arriba, todo lo que nos concierne es de arriba.
Y todo lo que viene de arriba ES POR FE. No puedo obtener nada que no sea por la fe, que provenga de Dios.
Para entrar en el Reino tuve que aplicar la fe a la cruz y a la sangre de nuestro Señor Jesucristo, sin la cual jamás habría podido aceptar una salvación gratuita, pues hubiera continuado esforzándome para obenerla... en vano.
Para cambiar mis pensamientos y comenzar una vida agradable a Dios tuve que aplicar ( y cada día debo renovarla) la fe, para que la vida de Dios que entró en mí siga su trabajo y no sea más yo quien haga y deshaga, cometiendo otra vez los errores del ayer. Fue por fe y sigue siendo por fe.
Y para mi provisión diaria voy a usar otro método, siendo que ya no pertenezco al reino de tinieblas (reino en el que no se puede ver, no hay luz)?
No, también en ese plano tengo que "renovar mi entendimiento".
Leamos lo que dice Romanos 12 : "No os conforméis a este siglo ( no toméis la forma de pensar de este mundo como vuestra ), sino transformaos por la renovación de vuestro entendimiento (cambiando mis viejos pensamientos por otros nuevos), para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta"
Cómo es la Voluntad de Dios? : Agradable y perfecta. No es una voluntad que me torturará, me hará pasar hambre, me dejará en la ruina. Dios no me robará. Su Voluntad es BUENA.
Dios nos ama y nos dará lo mejor. Pero tenemos que creerle. Tenemos que entrar en Su Sistema.
Salgamos del sistema del mundo. Dejemos a los mundanos con los mundanos. A los pesimistas con los pesimistas, a los que  prefieren confiar en una vida sin la Guia divina con sus opiniones. Pero nosotros, los que hemos confiado en Jesucristo, añadamos confianza a la confianza pasada y apoyémonos en El.
Tercero: Seamos obedientes.
Hagamos un pacto con Dios de que primero estará El, que le mostraremos por fe que creemos que ya estamos enriquecidos, pues El lo prometió :
"Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa, Y PROBADME AHORA EN ESTO, dice Jehová de los ejércitos, SI NO ABRIRE LAS VENTANAS DE LOS CIELOS, y derramaré sobre vosotros BENDICION HASTA QUE SOBREABUNDE. "Malaquías 3 : 10.
"La bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con ella" Proverbios 10 :22.
No temas, no tendrá que morir nadie para que prosperes. No dejes que el temor te gane la batalla. El temor es opuesto a la fe.
RESUMEN
1)Comienza a creer primero en tu corazón, orando y pidiendo.
2)Decláralo en voz alta, para que se afirme en tu corazón la Palabra que has creído.
3)Obra de acuerdo a la luz que Dios te da para obtener lo que te prometió. La obediencia es fundamental para obtener la promesa.
Creer con el corazón, declararlo con la boca y obedecer en alabanza y agradecimiento.