domingo, 13 de junio de 2010

CONFIANZA

La confianza, así como el miedo, son cosas que se aprenden.
Cuando éramos bebés, nacimos llenos de confianza, salvo si hemos sido bebés torturados, pero sino, en general venimos a este mundo como un rayo de esperanza para nuestros padres, que esperan ansiosos ver en ese vástago, un renuevo que cambiará al mundo.
Y en parte es así, ya que es de los que vienen y no de los que se van que surgen los cambios.
Pero volviendo a nuestro tema, hoy una Palabra llega a mis oídos desde los tiempos antiguos, donde un hombre pidió a Dios sabiduría, y Dios se la concedió, de tal manera que no haya nacido otro hombre más sabio ni antes ni despues de él. Y este hombre fue Salomón.
En el libro de los proverbios se nos da un consejo que servirá para todas las situaciones de la vida, SIN EXCEPCIÓN.
"Fíate del Señor de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia" (cap 3, vers.5)
Fíate, confíate, apoya tu corazón con todas sus fuerzas (y aun cuando ya no tenga fuerzas) en el Señor tu Dios.
Pues solo El tiene la salida.
Solo El conoce lo que anhelas y hasta los secretos mas íntimos que guardas y los que ni siquiera tú sospechas de tí mismo.
Pues El nos formó y nos conoció antes aún de que viniéramos a ser.
Pero en realidad la confianza no se basa en que sepamos que es Omnipotente, o que Todo lo Sabe, no.
Porque alguien que sabe todo y que puede hacer hasta lo imposible, pero indiferente a nosotros y a nuestras situaciones, no nos inspiraría a contarle nada.
Alguien a quien le importara muy poco lo que nos pasa, no nos motivaría a acudir a él buscando ayuda, ya que sabríamos que no haría nada, o al menos dudaríamos.
Pero El nos quiere explicar otra cosa aquí : Ten confianza en Mí, porque soy Alguien de fiar, soy confiable.
Ten confianza en Mí, porque me importas.
Ten confianza en Mí porque tengo todo en Mi Mano y llevo las cosas a buen término.
TEN CONFIANZA. En Mí te puedes apoyar, sin temer que sea EN VANO.
No traiciono a los que a Mí vienen, prometiéndoles una cosa y luego haciendo todo lo contrario a lo que prometí : Soy Fiel. Digo y cumplo.
Pero, ¿cómo abandonarme completamente en Sus Brazos, sin sentirme tentado a retroceder, a ir buscando otros apoyos, otras garantías,  o simplemente renunciar a creer porque el asunto, según lo que ven mis ojos, no tiene solución?
Allí está la otra parte del versículo para ayudarme : no te apoyes en tu prudencia. Es decir: no estés haciendo caso a cuanto pensamiento anda volando por allí, ni siquiera en tu mente.
Tu mente te causa dolores de cabeza a veces, hijo, cuando estás frente a una montaña y no puedes ver el otro lado. Tú quizás seas demasiado bajo para ver qué hay detrás, pero Yo estoy por encima de las nubes.
Solo : no pongas tu mirada en lo que "parece ser", ni en lo que ves siquiera. Pero en cambio, dame el asunto a Mi, dámelo por completo. Y luego que me lo hayas dado : CONFIA EN MI.
No te dejaré decepcionado. No me cansaré de oír si luego vuelves a repetirme sobre este asunto durante las 24 horas del día, simplemente porque aún te atormenta. Pero intenta desprenderte de toda preocupación. Inténtalo realmente : no te apoyes en lo que tu prudencia te dicta, pues es limitada.
Yo Soy el Infinito. El Eterno. El Creador. Y tengo un orden para cada cosa, aún para lo que el hombre ha destruído.
"El que aun a su propio Hijo no perdonó, antes le entregó por tí y por mí (version Elena), como no nos dará también con El TODAS las cosas?" Romanos 8 : 32