miércoles, 16 de junio de 2010

Las palabras

Lo que digo viene de mi corazón. Asi lo explica el  Señor Jesús cuando dice : "El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas."
Cómo saco buenas o malas cosas de mi corazón? ¿Qué quiere decir esto?
Cuando pienso algo, sea esto bueno o malo, y lo creo en mi corazón, es mi idea, mi forma de pensar, o bien, llega a ser mi idea por repetición. Luego esta idea la repito, pues de la abundancia de mi corazón habla la boca.
Dios creó a través de Su Palabra. Con Sus Palabras creó las cosas que existen y todo lo que funciona y sigue funcionando en el mundo lo hace a partid de Sus Palabras. De allí que lo que creemos y hablamos tiene cierto poder y viene a ser una realidad en mi vida, es más lo proyecto hacia otros y les "contagio" de alguna manera mi filosofía.
Otra cosa pasa cuando me pliego a la Palabra de Dios. Cambio mis ideas por las Suyas porque creo que son la verdad, y que Su Verdad es mejor que la mía.
Entonces ya no es mi pequeña palabra la que estará obrando para hacer cambios, sino la Suya.
Imaginemoslo así : Yo con mis ideas limitadas y egocéntricas, creo que esto es bueno y quiero producirlo. Quizás no sea malo mi fin, pero no veo más allá de mí mismo y mi deseo. Sin embargo cuando pongo mi deseo bajo la Palabra del Dios sabio y Creador del Universo, me someto a Su camino, que es más alto que el Mio y que ve más allá. Entonces El me escucha, y El ordena todos los caminos en en Universo para que me llegue el fin que espero sin dañar a nadie. Lo cual es Perfecto.
¿Cómo puedo estar seguro de que estoy recibiendo el bien sin hacer daño a más nadie y a la vez teniendo todo lo que necesito en los más mínimos detalles?
Porque El es un Dios bueno. Dios es Amor. Y Dios es Perfecto.
El hace una diferencia entre Sus Caminos y nuestros caminos. El dice que Sus Métodos son más altos que los míos y que son MEJORES !!! Qué maravilla !!!
Puedo confiar que si me someto a Sus Métodos ganaré siempre !!!!
Bueno, no hay mejor manera de asegurarme de que digo las palabras correctas que alimentandome de la Palabra de Dios. Sus Palabras se grabaran en mi corazón, produciendo pensamientos. Esas Palabras comenzaran a formar parte de mi vida, a ser carne en mí de tal manera que me sature de ellas.
De la abundancia del corazón habla la boca así que estaré hablando ideas de acuerdo a lo bueno, de acuerdo a las buenas ideas de Dios y estaré repitiendo cosas buenas con mi boca.
¿El resultado?
La Palabra de Dios misma estará llevando fruto. Será como cuando Dios creó el Universo : estaré creando, bajo Su Poder y Su Mente, cosas hermosas, y BUENAS.
Las estaré creando en mi vida y en la de otros. Estaré bendiciendo, como Jesús hizo en la tierra.
No nos dejemos engañar. Solo la Palabra de Dios tiene el Poder, las nuestras tienen un poder limitado y siempre sometido a equívocos, puesto que no vemos el PLAN TOTAL.
Las Palabras de Dios son eternas, pues El ve Su Plan Total. El ve por qué creó este universo. El sabe cómo funciona. El tiene las leyes de Su funcionamiento perfecto. Y El lo creó Bueno, para que funcionara Bien, para que TODOS FUERAMOS FELICES.
Si nos sometemos a Su Palabra, la creemos, la repetimos  y la hacemos una parte integral de nuestra vida, nada nos será imposible. Estaremos benditos.
Seremos bendecidos de Aquel que nos creó, quien sabía para qué nos había hecho y qué es exactamente lo que nos da plena satisfacción  y felicidad.
Confiemos en El.

Porque mis caminos no son vuestros caminos

¿Cuáles son los caminos del Señor?
 Realmente no hay asunto que nos interese más, ya que si logramos andar en Sus Caminos, tendremos la victoria segura en todo lo que emprendamos : Dios no fracasa.
Pues bien, una primera guía es que los Caminos de Dios no pueden estar desligados de lo que dice Su Palabra. Su Palabra nos revela los pensamientos de Dios, Su forma de actuar y que es lo que El piensa.
"Porque Yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice el Señor, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis." Jeremías 29 : 11
Primera conclusion, entonces: Dios tiene pensamientos buenos. Dios es bueno. Entonces Sus caminos no pueden tener ni una pizca de mal en ellos. Todo aquello que es bueno y que nos hace bien viene de El.
Segundo punto : Si sigo la forma de actuar de Dios, si le obedezco, me irá bien y tendré el fin que espero : la felicidad. Sí, yo... yo tendré felicidad en este mundo que parece ir a la catástrofe.
¿Cómo puedo conocer la forma de actuar de Dios y cómo ponerla en práctica?
Dios habló y fue hecho. Dios habla y es hecho. Esa es la forma de actuar de Dios : por medio de palabras.
Las palabras nos alimentan. Leemos un libro, escuchamos lo que dice la gente, vemos una película, y nos llenamos de palabras. Esas palabras pueden ser de origen bueno o malo, pueden dirigirnos hacia un lado o hacia otro, pero siempre y sin excepción, nos alimentan. Producen en nosotros una idea que luego se ira grabando, y producirá tambien sentimientos. Cuando una idea se nos ha bien grabado en el interior, la aceptamos y la "concebimos" en nosotros mismos. La gestamos. Y en ese momento esa idea va a comenzar a formar parte de "mis palabras". Y Dios nos dio a todos sin excepcion poder en lo que decimos.
Seamos cristianos o no producimos cambios con las palabras. Es por eso que ahora, hay una onda nueva (bueno, no es tan nueva pero se le llama asi "new age"), que proclama que todo lo que decimos lo estamos sembrando y que producirá un resultado. En realidad esa onda no nació en los últimos siglos como muchos piensan, sino que se manifestó desde que Jesús dijo: "cualquiera que dijere a este monte : pásate y échate en el mar y no dudare en su corazón, lo que dijere le será hecho" (Marcos 11 : 23). No han inventado nada nuevo los seguidores de la nueva era. Simplemente siguen este principio que la Biblia ya reveló.
Sin embargo, no porque sea capaz de producir cambios en mi entorno, estoy siguiendo la Palabra de Dios.
Si produzco los cambios con la Palabra de Dios, y sigo al Dios Creador de este universo, y mi intermediario es Jesucristo, entonces estaré en los Caminos de Dios.
Pero si logro aún milagros repitiendo ideas que a mí me parecen correctas, pero sin tener consideración de lo que Dios piensa de ello, seré uno del grupo "cualquiera".
Y no "cualquiera" entrará en el Reino de los Cielos.
Para estar en el Reino de los Cielos tengo que creer en el Dios bueno de la Biblia y seguir al Hijo de Dios : Jesucristo.
Y siguiéndole, seguro que seré próspera en todos mis caminos, porque ya no serán los míos sino los Suyos, y El no se equivoca.
Busquemos Sus Caminos.
Busquemos Sus Pensamientos.
Porque ¿Cómo Dios se equivocaría? Y ¿cómo el Dios de amor me haría daño?
"Confia en el Señor de todo tu corazón y no te apoyes en tu propia prudencia"
Hay un maravilloso secreto en seguir los caminos del Señor. Y es que el bien que hago me volverá multiplicado.
Lo que dé me será devuelto. Por eso El dice: "No paguéis a nadie mal por mal"
¿Será que Dios quiere que me pisotee alguien, y que yo le permita que me haga daño?
De ninguna manera. Que yo no le pague a otro con la misma moneda. ¿Por qué?
Porque es la ley de la siembra y la cosecha. Si siembro mal (aunque esté justificado), recogeré mal, viniendo de ésa u otra persona.
Me conviene desde todo punto de vista seguir el consejo del Creador de las leyes del Universo. No sea que equivocándome, no obtenga el fin bueno que espero, sino todo lo contrario.
El nos aconseja para bien, porque nos ama.
"Mejor es mi fruto (el de la sabiduría de Dios) que el oro, y que el oro refinado´"
Confiemos en Aquel que puede cambiar la noche en día, y el camino que parecía sin salida en una puerta abierta para el triunfo.