domingo, 11 de diciembre de 2011

Gigantes

Gigantes.
Ese es el nombre para obstáculos que se nos presentan cuyo aspecto les pone el rótulo de : INFRANQUEABLES.
Cómo nos impresionan estos muros sólidos, estas apariencias inaccesibles, estas rocas gigantes en nuestro camino !
Nos sentimos como hormigas, como objetos en un remolino del cual no tenemos el control.
Pero si bien quizás no podamos entender cómo se controla ese torbellino, o cómo se traspasa una muralla, o cómo se derriba un gigante, seguro que nuestro Padre lo sabe.
El es más grande que las montañas, que las cataratas del Niágara, o que el frío de los polos.
Dios puede. Solo requiere para hacerlo de nuestra confianza. Ya que es El el Dueño del Universo, solo nos queda ponerlo en Sus Manos. Entregarle nuestra inquietud, pero, hagámoslo, no solo mentalmente.
A veces uno dice : sí, pongo el asunto en las manos de Dios, pero no es cierto. No pedimos literalmente ayuda, sino que lo damos por sentado mentalmente y seguimos llevando la carga, la preocupación.
Nos sentamos a cavilar cómo podremos resolver el asunto, mientras creemos que con decir : está en las manos de Dios es suficiente.
Pero la verdad es que sólo cuando REALMENTE ME DOY CUENTA, de  que la situación no la puedo cambiar yo, que Dios intervendrá. Cuando voy a El y le cuento mi problema, con sinceridad y pidiendo ayuda, solo allí estaré voluntariamente poniendo el asunto en las manos de Dios.
Es un acto de entrega voluntario. Tengo que "soltar" mi preocupación, mi dolor, mis inquietudes, y también mis miedos del gigante, y darle el problema a mi Padre.
Entonces El interviene, llama a lo que no es como si fuese y borra a los enemigos de un plumazo. Ocurre rápidamente y sin esfuerzo de mi parte.
Dios sigue siendo Dios. No un ser humano cualquiera que cambia de opinión o que nos falla cuando las situaciones no se presentan favorables. Felizmente El no. El no cambia y si prometió algo lo hará, porque nunca miente.

martes, 6 de diciembre de 2011

El caminante y los dos caminos

Era muy temprano en la mañana y el caminante se detuvo frente a la encrucijada. Aún no se había dado cuenta, pero ésta sería una elección importante, más que las anteriores que había tomado. Detrás suyo, un camino uniforme, casi sin destellos de gloria, aunque con buenos recuerdos. Delante suyo : una bifurcación muy bien marcada, le obligaba a decidir.
¿Cuál camino tomar?, se preguntaba observando la diferencia patente entre ambas oportunidades. La senda de la izquierda, estrecha, pedregosa y bordeada de gigantescos cactus y altos espinos, ya le estaba pareciendo fatigante. La de la derecha en cambio, era un vergel de hermoso aspecto, gramilla verde y frondosos árboles. Entre éstos, aunque aún no se hallaba en el sendero, ya se distinguían ejemplares frutales : manzanos cargados, cuyas ramas caían por el peso de las manzanas casi hasta la cintura, pensó entusiasmado ; nogales desbordantes de nueces, olivos cuyo aceite parecía gotear desde las aceitunas brillantes. Como si esto fuera poco, se oía el murmurar de una caída de agua que seguramente, imaginó, le acompañaría durante un buen trecho. Una de las manzanas que colgaban del árbol más próximo resplandeció roja e invitadora, alentándole a dar un paso en aquella dirección.
Sin embargo, como era su costumbre, prefirió, antes de avanzar, consultar al Dueño del camino, porque quizás éste pensara diferente, aunque lo dudaba, reflexionó sonriente.
La voz del Dueño no se dejó esperar, diciendo : "Toma el camino de la izquierda"
"¿Qué? ", se sorprendió a sí mismo desatendiendo la dirección del Maestro. ¿Cómo puede ser que el Dueño no vea lo que yo estoy viendo? " Y se imaginó arrastrando los pies por el sendero árido, con los pies llagados por las piedrecillas que allí abundaban, pasando sed y hambre y sufriendo del frío de la noche o del calor del mediodía sin reparo alguno.
Quizás fuera el tedio que durante años le había acompañado, aunque esto nunca lo sabremos, el hecho es que el caminante no obedeció el consejo del Dueño, y se dejó embriagar una vez más por el olor de la fruta apetecible, aunque aún lejana. Tal como él mismo considerara, la gramilla era suave como la seda y el perfume de las manzanas y la invitación de las nueces le embargaron los sentidos. La serenidad de aquel silencio interrumpido por la música del agua, le llenaron de alegría y paz. Anduvo bajo la sombra de los árboles tupidos durante largo rato. La manzana que tan cercana le pareciera desde la encrucijada, por alguna extraña razón seguía sin embargo, a la misma distancia que  viera entonces. Se dijo que esto no importaba, pues ya la alcanzaría y caminó otro poco más esperanzado.
Pasadas las horas, se dio cuenta de que tenía hambre. Le sorprendió comprobar que las nueces de los nogales pendían mucho más altas de lo que había calculado y aún extendiendo sus manos todo lo que podía y dando saltos, no logró hacer caer ninguna. La roja manzana que le llamara al principio, ahora se encontraba más cerca y apresuró el paso, pues el estómago le dolía. Al fin, luego de un gran esfuerzo, cansado pues no había probado bocado en toda la jornada se detuvo a los pies del árbol. Efectivamente : todas y cada una de aquellas frutas era de aspecto delicioso, y particularmente aquella que venía observando desde que se enfrentara a la decisión. ¡Cuán roja era! ¡Cómo brillaba bajo los rayos solares que se filtraban entre las hojas! Y estiró su mano para tomarla, pero ¡cuál no sería su sorpresa ante el movimiento inesperado de la rama, que la dejó fuera de su alcance en un segundo!
El caminante empezó a sentir desaliento. Miró hacia atrás, hacia la encrucijada de caminos : ya no era posible volver hasta allí. Quedaba demasiado lejos, y además había una consigna en el camino : uno no podía ir sino hacia adelante. Sumado a ello, comenzaba a sentir una extraña culpa que le impedía pedir ayuda al Dueño en aquellas circunstancias dolorosas. Pero entonces, en medio del hambre y dolor que experimentaba se acordó de la pequeña mochila que llevaba sobre la espalda. ¡Claro! ¿Cómo lo había olvidado? Había allí guardado una cuota de buen pan y una botellita de agua fresca y reconfortante para casos de urgencia.
Se sentó entonces, pues sus fuerzas temblaban y las rodillas le flaqueaban, y apoyó el paquete sobre las piernas para sacar su contenido.
En eso se oyó un rugido venido desde la espesura. Un inmenso lobo gris con los pelos del lomo erizados, clavó en él sus ojos centelleantes y amarillos. El caminante se dio cuenta de que tendría que apurarse a comer del pan y al mismo tiempo ponerse de pie, aunque ¿hacia dónde huir? En aquel movimiento, no llegó a poner el alimento en la boca, pues el animal saltó sobre él arrancándole la mochila completa, donde el pedazo de pan que acababa de retirar volvió a caer por la brusquedad del movimiento. La zarpa del lobo pasó rápidamente sobre su pecho y le rasgó el corazón, dejándole como muerto, mientras se llevaba la bolsa.
Horas pasaron y se hubiera creído que el caminante moría. El silencio del bosque apacible no se vio interrumpido más que por la armoniosa música del agua escondida, que el caminante no había alcanzado a descubrir. Las ramas de los manzanos volvieron a inclinarse, dadivosas, hacia el suelo y los nogales agrandaron sus nueces hasta que daban la impresión de explotar. En eso, el bosque se estremeció y los manzanos protestaron. Una luz que venía desde lo alto ahuyentó a los lobos que, agazapados, esperaban en silencio la muerte del caminante para comer sus restos. Era el Dueño del camino en persona. Con una sonrisa en los labios, como si nada le sorprendiera, tomó en sus brazos al caminante, ante la mirada de desagrado de los nogales y el reproche de los tilos.
Como era el Unico que podía cruzar atajos, atravesó el espacio que separaba el hermoso bosque del pedregal lleno de cactus y depositó allí mismo al caminante inconsciente, solo que más adelante, pues no se podía volver a la encrucijada anterior. Esas eran las reglas.
Este despertó horas más tarde. "¿Qué estoy haciendo en este lugar?" Y observó, mirando hacia adelante desconfiado, los cactus y los espinos. Luego, como por reflejo, echó una mirada hacia atrás, a la senda que no había deseado escoger, por miedo al desierto, y ¡Oh sorpresa! : Desde la encrucijada no se podía ver, pero detrás de cada gigantesco cactus había un árbol frutal : manzanos, perales, durazneros, ciruelos, nogales, almendros, avellanos... y detrás de cada espino alto se escondía un pozo lleno de agua cristalina, donde las aves venían a remojar sus plumas. ¡Qué tonto había sido!
Y en lugar de sentirse contento, el caminante empezó a llorar. Se sintió tan estúpido por no haber confiado en el Dueño, tan insensato ! Pero sobre todo se sintió desagradecido, y el arrepentimiento por su imprudencia no le parecía suficiente para reparar lo ocurrido. Porque ahora, aunque comenzara a obedecer, se decía, nunca podré reparar la equivocación anterior. Es la ley del camino : no puedo volver a la encrucijada nunca más. Y continuó llorando.
Entonces la voz del Dueño le habló : "Tienes que seguir, caminante. Tengo otra encrucijada más adelante, y te prometo que si esta vez eliges bien, te daré un premio que te hará muy feliz, a ti y a tu familia".
Estas palabras provocaron una nueva visión en aquel corazón desalentado, y le impulsaron a ponerse de pie y a seguir caminando. La nueva promesa se convirtió en un lema y a cada rato se repetía : El Dueño me dará un premio si hago la buena elección. El Dueño me dará un premio que me hará muy feliz.
Esta vez el sendero fue agradable y sin peripecias. No había fieras en el horizonte y pudo comer hasta el hartazgo. La sed no lo consumía nunca pues el agua abundaba y para protegerse del sol caminaba a la sombra de los espinos altos. Las piedras del camino resultaron ser tan diminutas como la arena así que sus pies se sintieron más cómodos que sobre el césped del falso bosque acogedor.
Pero no pasó mucho tiempo sin que la promesa del Dueño se cumpliera : llegó un nuevo cruce de caminos. Tal como le fuera anunciado la oportunidad se repetía : a la izquierda un sendero estrecho, con cactus gigantes y espinos altos. A la derecha un bosque frondoso, lleno de frutas de todos los colores. Nueces grandes como manzanas y manzanas grandes como melones. Olivos que destilaban aceite y viñas que destilaban vino. La abundancia de aquel bosque era mayor que la del primero. Pero entre unas matas, un poco antes del primer árbol había un cartel blanco con letras rojas que decía : "Cuidado, caminantes. Id por la senda estrecha".
El caminante sabía qué tenía que hacer. La experiencia le había mostrado que detrás del aparente confort podían esconderse grandes peligros y detrás de la pequeña oportunidad podía aparecer la gran bendición, así que empezó a dirigirse a la senda estrecha. Pero hete aquí que desde el bosque salió un hombre de porte respetable, y lujoso traje  que le habló : " ¿Qué haces, caminante? ¿Cómo puedes quedarte en ese camino estrecho ? ¿No ves que tengo aquí abundancia y lujos? ¿ No ves que aquí tenemos todos los conocimientos que necesitas para la felicidad?"
Y el caminante miró con dolor las nueces y las manzanas. Siguió dirigiéndose hacia la senda estrecha pero no podía quitarse de la cabeza la hermosura de las frutas y las promesas de los labios del hombre. Tenía que obedecer, pero ¿no era ésto penoso? Pero siguió caminando y pronto alcanzó el camino correcto. Sin embargo, no sentía alegría, pues recordaba las palabras del hombre del traje lujoso. Durante un trecho siguió pensando en aquella senda de la abundancia y se apesadumbró, aunque al mismo tiempo siguió firme, pues lo había prometido.
Pasadas unas horas un pensamiento vino a su mente, una idea que se introdujo como un bisturí cortante : "Acuérdate del lobo" Y el caminante recordó. Su memoria volvió completa y pudo revivir mentalmente la falsedad de los árboles cargados de fruta inaccesible. El riachuelo que siempre sonaba pero que nunca se veía. Las fieras que amenazaban con quitarle hasta lo que no tenía. Pero sobre todo la promesa del Dueño : luego del camino de la obediencia venía una gran bendición, y el Dueño nunca mentía.
Así que levantó la barbilla y enderezó la espalda y echó con menosprecio de sus pensamientos las frutas gordas engañosas. Se concentró en la ruta  que le era propuesta.
No sabemos cuánto caminó el caminante antes de alcanzar el premio. Pero lo que sí sabemos es que en determinado momento aquel camino estrecho dio un recodo y en medio de la nada apareció un oasis. En medio del oasis le estaban esperando su esposa e hijos y el resto de su familia. Allí se sentó a descansar y disfrutó del vergel. Luego su esposa le dijo : no nos quedemos en este rincón, sino continuemos que el Dueño nos ha prometido que desde aquí hasta el fin de nuestro camino gozaremos de la abundancia que no se acaba.
Así lo hicieron y nunca más pasaron necesidades, hasta llegar al final del camino, es decir : hasta la Tierra  Prometida.

lunes, 21 de noviembre de 2011

La dama gris

La dama gris es una serie de tres películas de fantasía, aptas para todo público. Tiene muchas escenas de fantasía pura, para decir la verdad. Sin embargo, el trasfondo de la película contiene una enseñanza apta para contagiar a los cristianos.
Esta mujer joven llega a un pueblo donde solo le cae bien a una familia. El resto de la comunidad la mira como a un objeto raro, como a una extraña, como a alquien que no podrá jamás pertenecer a ese lugar. ¿Te suena familiar eso? A mí, sí.
No sé cómo hace esta mujer para ver más allá de la apariencia y descubrir las necesidades profundas que tiene la gente. Y de alguna manera logra que ellos encuentren la manera de solucionarlas. Así, poco a poco, sembrando pequeñas semillas de amor y comprensión, va conquistando a cada uno de los habitantes del pueblo, hasta que la gente empieza a quererla y aceptarla.
Ella se niega a aceptar el echo de que no es querida. Me acuerdo de una escena en la que casi tira la toalla y dice : "Ya me cansé, me doy cuenta de que este lugar no es para mí." Y empieza a hacer su valija. Pero sucede algo : la necesidad de alguien la llama, y olvida sus paquetes para ir en ayuda de quien, una vez más la recibe.
A partir de ese momento, no permitirá más que el desaliento la domine y continuará sembrando y sembrando, ayudando y ayudando, sin fijarse en la expresión de quienes no aprueban sus métodos o que la miran con desconfianza.
Sin embargo, hasta la dama gris deberá enfrentarse a una dificultad que parece insolucionable. Aún ella, a pesar de que no se deja desalentar, encuentra a alguien que no le cree en absoluto, es más que la considera una amenaza para las tradiciones del pueblo. Es la esposa del alcalde, una mujer con mucha voluntad, y que ha dedicado su vida a hacer de aquella comunidad un lugar decente y bien presentable donde vivir.
En esta ocasión, la dama gris no fuerza nada. Comprende que quizás la esposa del alcalde esté tan embebida en sus asuntos que no puede ver más allá. Sin embargo, aún esta mujer que parece impenetrable y tradicionalista, en algún momento estará en dificultad. Y, adivinen quién vendrá en su ayuda. . . sí, la dama gris, una vez más.
Esta historia a mí me alienta, me inspira y me da alas.
Jesús mismo dice : Ama tus enemigos, ora por quienes te persiguen o hablan mal de ti.
¿Por qué dirá Jesús una cosa así? No, no es para que nos pisen más o nos hagan sentir incómodos. No es para que seamos los raros que siembran en tierra seca y no recogen nada.
Es porque Jesús conoce las necesidades de la gente.
Detrás de una máscára dura, la mayoría de las veces se esconde un corazón herido. La gente no nace endurecida, ni hiriente, ni amarga. Observemos a los niños. ¿Son ellos amargados? ¿Están atados al pasado? ¿Se preocupan por algo? No. Sin embargo  esas personas a las que vemos negativas, algún día fueron como uno de esos niños que hoy ríen jugando en la vereda con inconcencia.
¿Qué pasó entretanto?
Por eso, no sigamos la corriente de este mundo. No copiemos el comportamiento de la gente que no conoce a Dios y que, por lo tanto no tiene un consuelo para sus tristezas o decepciones.
Oremos por quienes vemos que necesitan sanidad interior. De éstos está llena la tierra.
No nos desanimemos ante los muros que impresionan como inexpugnables. Dios es más grande que esos muros. Dios es más poderoso que las heridas que hayan podido sufrir, sean las que sean.

Oración : Padre, me doy cuenta de que no puedo mirar solamente la apariencia en lo que la gente hace. No debo aferrarme a sus actitudes para establecer las mías. Te pido me cambies y me des ganas de interceder por aquellos que me hieren. Consuélales, Señor, dales la oportunidad de conocerte y de saber cuánto les amas.  En el Nombre de Jesús, amén.

La amargura : un enemigo mortal

Si soy sincera, debo reconocer que muchas más son las veces que he reaccionado mal ante diferentes circunstancias que las que he reaccionado bien. Cuando era más joven, aunque algo no se diera como yo esperaba, siempre pensaba : "Bueno, no importa. Esta vez no salió bien, pero la próxima será mejor."
Sin embargo a medida que pasaban los años, y las circunstancias se me presentaban adversas, en lugar de continuar afirmando que todo mejoraría, como que el ambiente negativo fue ganando terreno en mi mente. ¿Nunca te pasó?
Pues bien, he descubierto que esa entrada, que puede parecer pequeña y sin importancia, que le damos al negativismo, puede que al principio nadie más que uno la vea, pero a la larga comenzará a salir y contaminar toda nuestra vida.
No hay nada más feo que ver a una persona que no solo está amargada para sí misma, sino que ya no cree en los buenos esfuerzos de los demás y no aprecia lo que se le da.
Esto se llama pecado, y no porque hayamos herido a alguien más, aunque lo incluye y es una de sus consecuencias horribles, sino porque es primeramente una ofensa a nuestro Creador.
Porque, ¿qué es la amargura, sino permitirnos pensar que Dios no puede o no quiere que seamos felices?
¿No incluye el sentirse amargado, la idea de que Dios no es tan bueno como lo dice la Biblia, o que, en todo caso, no es tan bueno para mí?
Sí, allí está la raíz del problema, la raíz de mi problema y el de mucha gente en este mundo donde el mensaje es : "Seamos realistas, con tus pocos recursos no lo lograrás". "Seamos realistas, tu diagnóstico no tiene salida", "Seamos realistas, es demasiado ingenuo esperar un milagro". Y puede que para un mundo ateo el esperar un milagro sea demasiado pedir, pero no para alguien que conoce al Buen Padre.

Oración :  Padre, hoy reconozco que tengo necesidad de cambiar. Quiero dejar atrás lo amargo que me influenció y te pido quites todo el veneno que he guardado en mi corazón. Quiero empezar de cero y aprender a caminar paso a paso confiando en Ti y creyéndote, porque eres Bueno. Gracias, Señor por estar pendiente de mí y ocuparte siempre de todas mis cosas. Amén.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Sed de Dios

Mi alma es como un cántaro hueco, de por sí vacío. Mi alma tiene sed de algo puro y cristalino, de un bálsamo para aquietar sus incertidumbres. Y conozco Quien tiene el agua viva, pero a veces dejo pasar algún tiempo, y sigo caminando. . . y mi cántaro se va secando, y el polvo va cayendo sobre el agua que fue vertida ayer, y que refrescó hasta el fondo de la vasija.
Entonces en algún momento tomo conciencia, oh Maestro, que tengo sed de Ti, de esas Palabras tuyas que son como un río de agua viva que limpia, que quita todo lo viejo y lo que no servía para nada.
Y voy a Tus Pies y bebo. Y voy a Tus Pies y permito que me quites el polvo, que renueves mi alma y que me des nuevos pensamientos.
¿Por qué esperé tanto?, digo entonces. ¿Por qué dejé pasar el tiempo yendo tras otros consejos, buscando ayuda humana y apoyándome en lo perecedero?
Pero Tú no reprochas nada. Simplemente me recibes una vez más, con Tus brazos abiertos, y tu mirada comprensiva, aunque previniéndome : ¿ No era fácil venir a Mí, hijo, para que te diera vida?
Es una advertencia de consejo, no de reproche. Es como diciéndome : "No me gusta verte sufrir. Previene el dolor. Ven a Mí rápido antes de que eso que te hiere continúe trabajando.
Y entonces la Verdad te hará libre.
Entonces serás como los pájaros, que sobrevuelan las dificultades, y cuando viene el  invierno se escapan hacia donde es verano. Y para ti no habrá frío, ni sed, ni sequedad desierta. Porque Conmigo está el manantial de vida.
Porque Yo vine para que tengas vida, la verdadera vida, y de ésta, en abundancia", dice el Señor.
Autor desconocido

martes, 25 de octubre de 2011

Quiero viajar con los bolsillos vacíos, sin mochila...

Buenos días, Señor, hoy es un nuevo día.
Las cosas viejas pasaron, como tú bien dices en tu Palabra, el pasado está en el pasado.
¿Para que volver hacia atrás y pretender recordar, hacer vivo lo que nos hizo mal, traer a la memoria lo malo que sucedió, o aún aquellas cosas buenas que nos hacen quedarnos congelados?
Sabias son tus palabras, Papá : las cosas viejas pasaron.
Del ayer tenemos dos tipos de recuerdos : los buenos, que nos dieron alegría y que hubiéramos deseado eternizar.
Y los malos, los que nos hirieron o que nos cayeron mal, a éstos mejor olvidar, decimos.
Pero en realidad, si hubiéramos podido prolongar lo bueno, seguramente nos habríamos estancado. Pues en la vida siempre hay cosas nuevas a aprender, buenos momentos nuevos, buenas noticias nuevas.
¿Te suena eso de la palabra "nostalgia"?
Es eso la nostalgia : traer al presente los momentos buenos del pasado, y no está mal que nos acordemos de lo bueno, pero sí que este recuerdo nos impida alcanzar lo bueno que ahora se nos ofrece.
Cada minuto, cada respiración nueva, cada aire nuevo nos trae el "proseguir al blanco".
Cuando éramos más jóvenes el presente y el futuro los veíamos como una continua sorpresa.
¿En qué momento empezamos a pensar que ya habíamos visto todo?
Esa actitud decepciona a Dios, quien desea mostrarnos siempre, sí, digo bien : SIEMPRE, sorpresas nuevas, cosas que "ni ojo vio, ni oído oyó" .
Cada día me sorprendes, Dios, cada día me regalas algo nuevo y hermoso.
Lo que pasó ayer también tuvo sus tintes lindos. Pero me deleito en encontrar que cada día recibo más y más bendiciones nuevas, cosas que no esperaba, cosas que ni sabía que tenías.
Sos como el papá Noel del cuento, siempre con la bolsa llena de regalos. Siempre con generosidades nuevas.
Gracias, Padre, gracias.

domingo, 16 de octubre de 2011

Un propósito cumplido

Quienes hemos pasado por pruebas muy grandes, nos hemos preguntado en algún momento por qué Dios permitió que pasáramos por aquel desierto. Es más, quizás también llegamos a la conclusión de que los mejores años de nuestra vida pasaron, que desperdiciamos los mejores años, esos de la juventud, en sufrir o en no vivir conforme a lo que creíamos debía ser la vida cristiana. Sin embargo, uno olvida lo que dice el salmo 138, cuando nos dice: "Jehová cumplirá su propósito en mí; tu misericordia, oh Jehová es para siempre; No desampararás la obra de tus manos".
Desde que Dios nos tomó en Sus Manos, El se hizo responsable de nuestro destino. Podemos confiar en que aquel que se comprometió, sabe por qué permitió ciertas pruebas o tristezas. El sabe el por qué.
Pero la historia no termina allí, en pruebas y tristezas. Los tiempos de Dios no son los nuestros.
Para el mundo "los mejores años" son los de los 20 y 30. Terminados éstos, para el mundo no queda mucho, y si no se sembró alegría en esos años, ya pierden toda esperanza. Pero no así para los cristianos.
Los grandes siervos de Dios de la Biblia en su juventud solo fueron preparados para lo que harían en la madurez. David no pudo ser rey durante muchos años, aunque tenía la promesa y la bendición y aún la unción para hacerlo. Moisés estuvo en el desierto toda su juventud. Abraham obtuvo la promesa de un hijo en la madurez.
Hay grandes cosas para los hijos de Dios. La vida de un cristiano no va en declive. Vamos de pobreza a riqueza, de tristeza a alegría, de poco a mucho, de poca esperanza a mucha esperanza. Vamos de poca bendición a mucha. Vamos como la luz de la aurora que va en aumento hasta que el día es perfecto.
Por eso aferrémonos a las preciosas y grandísimas promesas que tenemos y avancemos.
No nos detengamos, avancemos y creámosle a nuestro Padre. Creámosle al propósito que Dios nos prometió cuando nos concedió la vida eterna. Vamos de gloria en gloria.
Tomemos la promesa y animémonos a retenerla en nuestro corazón. Recibamos la bendición y la felicidad completa que Dios ganó para nosotros en la cruz del Calvario.
No desesperemos : Dios cumplirá su propósito en nosotros. Y esto es más cierto que todo lo que el pasado haya querido enseñarnos.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Bendiciendo a nuestro Dador

Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de Sus Beneficios. Salmos 103 : 2
En este mundo de distracciones sin  número, muchas veces nos olvidamos de donde viene nuestra bendición. Si en algo gozamos de algun beneficio, si se nos fue concedida alguna gracia, si hemos alcanzado cosas que soñábamos, aún si hemos podido servir a Dios como deseábamos, no ha sido esto sino un regalo, una dádiva de nuestro Dios.
A El le debemos el respirar, el estar vivos y el caminar por la vida.
A El le debemos la buena salud y los beneficios que ésta nos acuerda.
A El debemos el perdón de todos nuestros pecados y la salvación eterna de nuestras almas.
A El debemos si hemos alcanzado un buen empleo, si hemos tenido el beneplácito de alguien, si hemos caído bien, si nuestros padres o amigos están con vida.
A El debemos todo lo que nos concierne, pues hasta nuestros cabellos están contados.
Nada se le escapa a este divino Maestro, inventor del Amor sublime, de la Gracia (o regalo) y de todo lo bueno.
¿A quién iremos, para agradecer de cada uno de sus regalos?
Solo a El le debemos todo.
Podemos bendecir a nuestros cónyuges, por su amor y compañía diarios, a nuestras familias, por su apoyo en cada momento de alegría o tristeza, a nuestros amigos, por sus consejos y por haber estado ahí cuando les necesitábamos, pero en realidad, todos y cada uno de esos beneficios, nos vinieron de Dios.
El es nuestro Padre, y como un buen padre se ha ocupado de nosotros hasta aquí.
Mirando atrás en la vida, haciendo un balance, vemos que desde que pusimos nuestra vida en Sus Manos, El nunca ha fallado.
Bendigámosle, agradezcámosle, alabémosle, adorémosle.
Porque El no cambió, El no se arrepintió de habernos concedido Su Gracia, a pesar de nuestros desaciertos.
El sigue siendo la firme Roca de los Siglos, donde cualquier mortal puede acudir, y encontrar un refugio eterno.
A Ti que nunca fallas, a Ti Dios eterno y viviente, a Ti Buen Padre Amado, sea la Gloria para siempre en mi vida.

martes, 23 de agosto de 2011

ESTRATEGIAS EN CONTRA DE LA FE

Y FUÉ que como  oyó Sanbalat que nosotros edificábamos el muro,  y  se encolerizó y se enojó en gran manera, e hizo escarnio de los judíos.
Y habló delante de sus hermanos y del ejército de Samaria, y dijo: ¿Qué hacen estos débiles judíos? ¿hanles de permitir? ¿han de sacrificar? ¿han de acabar en un día? ¿han de resucitar de los montones del polvo las piedras que fueron quemadas?
Y estaba junto á él Tobías amonita, el cual dijo: Aun lo que ellos edifican, si subiere una zorra derribará su muro de piedra.
Nehemías 4 : 1 : 3
Cuando Nehemías había comenzado, junto al pueblo a edificar el muro de la ciudad Santa, y el trabajo empezó a avanzar, el rumor se expandió de lo que estaba sucediendo y llegó a oídos de alguien a quien no le gustó nada. Ese alguien ya se habia molestado muchísimo cuando la obra comenzara, y había intentado desalentar al pueblo de Dios. Pero ahora "se enojó en GRAN MANERA"
Prestemos mucha atención a la estrategia enemiga, pues es la misma que deberemos enfrentar cada vez que emprendamos algo en serio. Primeramente notemos que todo nace de un gran enojo. Sanbalat siente una profunda ira, una profunda rebeldía contra lo que se está produciendo. Pero muy astuto como para dejarlo ver de esa manera. Por eso no lo expresa directamente, sino en formas indirectas que se convierten en métodos para destruir la obra de Dios.
PRIMERA ESTRATEGIA: La burla
Introducir la idea de ridiculez en la mente de quienes estaban edificando era un método para  disminuir  la fuerza de aquellas manos. Pensemos un poco cuando nos hemos enfrentado a la burla. ¡Qué sensación incómoda nos atrapó! Es una sensación que paraliza, que impide toda acción, si le permitimos que entre en nuestras mentes. Es el primer temor que nos ataca : el de sentirnos aún más ridículos. Deseamos que la burla termine, y en esa esperanza nos quedamos sin hacer nada.
SEGUNDA ESTRATEGIA : hija de la primera : Por si la burla no fuera suficiente, se le agrega el menosprecio. "¿Qué hacen estos débiles judíos?" Esa interrogación no es de curiosidad ( Qué cosa está pasando por allá?), no. Se sabe muy bien qué está pasando allá. En la expresión "Qué", hay implícita la afirmación de que esto que ha emprendido el pueblo de Dios es demasiado grande para ellos. Y se ve remarcada esta idea en la palabra : débiles. El enemigo empieza a tratar de bajarle la moral al que construye. Podemos bien responder a esto que en realidad estos comentarios no habían llegado aún a oídos de Nehemías, sino que eran parte de un diálogo enemigo. Pero veamos que el enemigo trata ya de visualizar al pueblo de Dios como débil, como insuficiente para hacer lo que se había propuesto.
Podríamos ir más allá en nuestro razonamiento y ver que, en definitiva, estas palabras iban dirigidas a Quien había inspirado la idea de reconstruir el muro : Dios mismo. El enemigo está desafiando a Dios. Pero quedémonos con lo que dicen estos enemigos de la obra para saber enfrentar lo que nos espera cuando emprendamos algo.
TERCERA ESTRATEGIA : La amenaza
Como no bastó el hacernos sentir ridículos, como el enemigo se dio cuenta de que esto le falló, intenta atacarnos por otro lado.
Hay una velada amenaza en la frase : "¿Hanles de permitir?" Allí se nos muestra la verdadera intención del enemigo. La de que no se logre construir el muro. Hay mucha rabia en contra de una obra que no tenía otro fin que el de honrar a Dios y proteger a su pueblo. Es como si Sanbalat dijera : Si nadie los detiene, tenemos que hacer algo nosotros.
CUARTA ESTRATEGIA : Atacar la adoración. "¿Han de sacrificar?" El sacrificio podríamos verlo en nuestro tiempo como la acción de adorar. Pues el Gran Cordero ha sido ya sacrificado por nosotros, así que nuestro acto de adoración es entrar en la Presencia de Dios.
Fijémonos : primero son estrategias externas : la burla, el menosprecio y la amenaza. Pero la cuarta  va directo al corazón de lo que más disgusta a nuestro enemigo y es que adoremos a Dios, que le amemos, que tengamos esos momentos de oración, alabanza y adoración con El. Y hará todo lo que pueda para impedirlos.
QUINTA ESTRATEGIA:  Ya que no puede detenerla, el diablo hará todo aquello que esté en sus manos para distraernos, para enlentecer la obra. "¿Han de acabar en un día?" Aquí es el enemigo el que está teniendo miedo. Pues ve que la obra avanza igual, entonces lo que le queda es retardar su concreción : la distracción.
SEXTA ESTRATEGIA : Atacar la fe en el Poder Milagroso de Dios : "¿Han de resucitar de los montones de polvo las piedras que fueron quemadas?"
Allí vemos el pensamiento de duda que vendrá para que aunque sigamos trabajando en la obra, no veamos ninguna manifestación de Dios. Podemos estar "allí", podemos caminar junto a quienes tienen fe, pero sin recibir sus bendiciones nosotros, por permitir la duda.
Por último, la respuesta de Tobías amonita, resume el fin de la malévola estrategia :
SEPTIMA ESTRATEGIA: La certeza de que no podremos realizar la obra.
Primero la burla, el menosprecio y la amenaza. Estrategias directas.
Luego aquellas que van hacia el pensamiento : Poner obstáculos a la adoración, distracción y duda.
Luego de introducida la duda, hay un paso desde ella a la "no fe", a negar a Dios, o a lo que El quiere hacer en nosotros o a través nuestro. Fijémonos que todo esto no son más que palabras del enemigo, estrategias que pretenden que el pueblo llegue a creer que no lo logrará, aún estando tan cerca de concluir la realización. ¿Cómo es posible que, estando en medio de la construcción, viendo los muros levantarse y la obra avanzar, lleguemos a la conclusión de que no hemos hecho nada?
Es que nuestro enemigo es un ilusionista, un mago de egipto antiguo, que pone humo delante de nuestros ojos si con ello pudiera impedirnos "ver" lo que realmente sucede.
Lo que realmente sucede es que estamos avanzando hacia la meta. Lo que realmente sucede es que Dios está ganando la partida. Lo que realmente sucede es que el muro está siendo levantado y nuestros brazos fortalecidos.
Recordemos que la mente está sobre el cuerpo. Muchas veces sentimos hasta cansancio físico al no ver la obra totalmente terminada. Pero no es más que la expresión del desaliento espiritual que se está produciendo porque estamos escuchando estas voces negativas : la burla, el menosprecio y la amenaza. Estamos, quizás descuidando nuestro altar con Dios y no estamos adorando. Como consecuencia nos distraemos, dudamos y, finalmente ya no creemos.
No nos dejemos engañar : Dios sigue al control. Lo que hacemos tiene un resultado. Este es un camino de fe, no de vista. Aunque no vea lo que se está produciendo en el mundo espiritual tengo que creerlo, pues de eso se trata la fe.
El muro avanzaba, y los enemigos atacaban con palabras y pensamientos, pues no tenían otro poder.
Las palabras pueden ser muy convincentes, pero no son más que eso : argumentos.
Creamos a los argumentos de Dios. El no nos miente y lo que nos ha prometido lo está haciendo. Permanezcamos en fe, confianza y acción.

domingo, 21 de agosto de 2011

Guía de Dios

Y FUÉ en el mes de Nisán, en el año veinte del rey Artajerjes, que estando ya el vino delante de él, tomé el vino, y dílo al rey. Y como yo no había estado antes triste en su presencia, 
Díjome el rey: ¿Por qué está triste tu rostro, pues no estás enfermo? No es esto sino quebranto de corazón. Entonces temí en gran manera. Nehemías capítulo 2, versos 1 y 2

Én el libro de Nehemías, desde el capítulo 1, leemos que Dios puso en el corazón de su siervo el volver a edificar un muro destruído. Nehemías estaba, como tantos otros judíos en aquel momento, bajo el dominio de un rey, del que no se sabían sus reacciones, como sucedía con la mayoría de los soberanos. Que un siervo se presentara delante del rey con tristeza, era castigado con la pena de muerte inmediatamente. La gente estaba librada a la voluntad del soberano, no tenía la posibilidad de elegir, ni de expresarse libremente. Los esclavos particularmente, servían entre otras cosas para que el rey estuviera "animado", es decir que no se permitía que un súbdito le diera al rey una ocasión a la tristeza. Se suponía que todo debía estar organizado para el beneplácito del rey. El pueblo solo servía para ese fin. Esas eran las monarquías de las que no queda ni el recuerdo en esta era.
El hecho es que Nehemías era un verdadero creyente, así que cuando se entera de que la ciudad santa  está en un estado deplorable, siente una gran carga. Es como que en lo más íntimo de su ser siente que lo que Dios quiera es más importante aún que su propia vida y comienza a orar y ayunar. Oraba en su interior, tanto al levantarse como al acostarse, pero también en cada momento del día, en medio de sus tareas que no serían pocas, pues la carga y la tristeza eran muy grandes. Y estaba tan triste que decidió introducir el ayuno en la oración. Eso sucede cuando algo muy grave nos ocurre. Si hemos sufrido una pérdida irreparable, si algo nos ha sucedido alguna vez que supere nuestras fuerzas para enfrentarlo, entonces entenderemos lo que Nehemías sintió en aquellos momentos. ¿Qué podría interesar a aquel rey mundano, a aquel rey que no entendía nada de Dios ni de sus planes, ni de sus servidores, ni de su ciudad especial, lo que afligía a un siervo, para él seguramente de muy poca importancia? Por eso Nehemías ora. Está pidiendo a Dios una solución de la que no se ve ninguna posibilidad. Estaba fuera de toda posibilidad esa solución. No entraba dentro de lo lógico, de lo que "se podía". Era imposible. El rey dominaba a los judíos. Su reino era idólatra, es decir que adoraban otros dioses, y del Dios de Israel no había ni conocimiento, ni interés.  Es más : había otras leyes a respetar, que eran consideradas por aquel sistema, como las únicas verdaderas y respetables.
Un poco como nos pasa hoy.
Pero, en medio de aquel reinado, en medio de aquel sistema que no tenía en cuenta a Dios ni sus leyes, y que lo ignoraba, un hombre siente un profundo deseo. Y es un deseo que agrada a Dios : el de reedificar el muro de la ciudad. Comprendamos bien la situación de Nehemías. No tenía derecho a hablar al rey de una cosa que no fuera de su interés. Ni se le pasaba por la mente mostrar su tristeza delante de gente que no entendería lo que estaba sucediendo. Pero sí podía hablar de su problema a Alguien que le podía escuchar.
Y oró y ayunó, dice la Biblia, durante meses. Pero su tristeza no la mostró delante del rey, hasta que un día no pudo más. Imaginemos la situación. Como Nehemías no se estaba alimentando bien desde hacía un tiempo largo, su delgadez debía ser notoria, pero sumada a ésta, quizás se le escapó un gesto al hombre de Dios. Un gesto que hizo pensar al soberano que su siervo estaba triste o simplemente su delgadez estaba siendo tan evidente que se veía demacrado .
Nehemías cuenta que el rey le "descubre el secreto". El rey le dice : "No es esto sino quebranto de corazón"
Entonces Nehemías teme en gran manera. ¿Por qué temería Nehemías?
El estaba esperando una respuesta de parte de Dios, pero al mismo tiempo sabe que en ese momento el rey tiene toda la autoridad para mandarlo matar. Entonces, Nehemías se juega el pellejo. Interiormente siente el temor que le susurra : eres hombre muerto, no le cuentes al rey la verdad, miente y saldrás ileso. Pero al mismo tiempo se da cuenta de que esta puede ser la oportunidad de que le sea permitido participar en alguna manera en la restauración del muro de Jerusalém. Este hombre se está diciendo a sí mismo : El estado de los muros me tiene verdaderamente afligido. Esta situación es tan intolerable para mí que preferiría morir antes que seguirme callando. Plantearé la causa delante del soberano y, si fracaso, que muera.
Esos son pensamientos de personas que están jugadas por alguna causa. Y uno no puede estar jugado si todo le da igual. Cuando una situación es intolerable, cuando es límite, entonces tenemos fuerzas para clamar a Dios y pedir la solución. Entonces tomaremos la respuesta que venga de Su Mano con fervor, y no pensaremos en el riesgo, ni dudaremos.
Y es lo que Nehemías está haciendo. Cuando el rey le expresa que él se ha dado cuenta de su tristeza, aunque el temor le está susurrando que puede morir, el instinto de conservación le está gritando que se calle, él toma la acción contraria y cuenta al rey lo que está en su corazón : "Y dije al rey: El rey viva para siempre. ¿Cómo no estará triste mi rostro, cuando la ciudad, casa de los sepulcros de mis padres, está desierta, y sus puertas consumidas del fuego?" (v.3)
Imagino que en aquel momento se produjo un milagro en la historia de aquel pueblo mundano y de aquel sistema ateo, pues aunque la respuesta acostumbrada del rey hubiera sido : ¿Que le corten la cabeza a este siervo infiel que ha osado estar triste en mi presencia ! , no es eso lo que se produce. Imagino la expectativa de los que servían a la mesa en aquel momento, y el asombro ante lo que sucedió después, pues el rey, contra toda lógica, le pregunta aún :
"¿Qué cosa pides?"
Allí Nehemías muestra que es un hombre de oración, pues en lugar de pedir inmediatamente consulta a Aquel que le está dando la oportunidad, a Aquel que le está abriendo la puerta.
Nehemías no contesta al rey enseguida. Sino que ora "al Dios de los cielos" (v.4)
Se ve que Dios le confirma interiormente y entonces sí, pide lo que necesita. Y el rey, una vez más le concede lo que pidió.
Este es el hombre que dirigirá la reedificación del muro. Veremos, si seguimos leyendo la historia, que no fue sin oposición.
Cuando tenemos una gran petición, una gran obra a realizar, seguramente pediremos primero la confirmación a Dios para el momento exacto, para que se nos abra el camino.
Y cuando se nos abre, debemos caminar por él. Pero, ¡Cuidado!, se nos presentarán oposiciones, no será llano y liso el camino. Sin embargo, si perseveramos en oración, si realmente estamos en dependencia de Dios y no de las distracciones que se nos pudieran presentar, entonces alcanzaremos la victoria completa.
Tomemos ejemplo de este hombre de Dios y clamemos por aquello que es justo y bueno. Pidamos por aquello que realmente sabemos que es lo correcto y seguro que El nos responderá.
Una vez obtenida de El la guía, sigámosla. Una vez que hayamos comprendido la estrategia divina y los pasos a seguir, no dudemos, por más que se presenten otras batallas.
Nehemías obtuvo el favor más difícil, el del rey idólatra, pero lo obtuvo primero del Rey de reyes. Porque él decidió que quería el favor de Uno que es más grande.
 Comenzó la obra. Luego hubo otras amenazas menores, que no eran más que amenazas pues el Rey Dios le había concedido la aprobación de parte del soberano de aquella época.
Si tenemos el favor del Rey de reyes y Señor de señores, que es Justo, ¿quién se nos opondrá? ¿Quién tendrá suficiente fuerza como para vencernos?
No temamos en aquello que Dios nos ha encaminado a hacer. No volvamos atrás de aquello que sabemos que es lo mejor para nosotros. Y si vemos nubes a lo lejos, si oímos susurros negativos y palabras de duda, no las escuchemos. Seamos valientes, como Josué, como Nehemías, y alcanzaremos el cumplimiento del propósito de Dios en nuestras vidas.

lunes, 8 de agosto de 2011

Desaliento, desánimo y resignación


El desaliento, el desánimo y la resignación son parientes cercanos.
El desaliento se define literalmente como "falta de aliento", y en definitiva no es más que cansancio. Nos puede pasar que venimos caminando por un sendero donde el paisaje es siempre el mismo, o que una cuesta se vuelva empinada por un rato largo, y entonces sentimos la fatiga, las ganas de detenernos.
Sin embargo muchas veces confundimos el desaliento con su primo hermano, el desánimo. Este actúa generalmente en los que están desalentados, y se traduce como el dejar de creer que luchar lleve a alguna parte. No se "ven" resultados, entonces se "siente" que no vale la pena, que los esfuerzos son vanos por alcanzar alguna meta.
Pero más grave es nuestra situación cuando permitimos que ambos : desaliento y desánimo, es decir : cansancio y falta de visión, nos conduzcan al tercer enemigo que nos aconseja : Acepta esta situación tal como es, pues no cambiará. No puedes hacer nada para remediarlo. Y éste enemigo que nos susurra estas palabras al oído es la resignación.
No son sentimientos inocentes. Son nuestros enemigos, y aunque se parecen, hay que identificarlos separadamente para poder hacerles frente.
Las personas que hemos permitido que estos enemigos nos convencieran, corremos el riesgo de adquirir la enfermedad de la depresión. ¿Qué es la depresión sino dejar de estar interesados? Es admirar un paisaje bello y desdeñarlo rápidamente, pues ya no queremos permitir que la más mínima gota de positivismo nos alcance. Porque si comenzamos a levantar el ánimo, entonces podemos llegar a intentar algo y depresión no quiere que avancemos.  Depresión le tiene miedo al fracaso, a seguir esperando, a que no se dé nada de lo que anteriormente creyó que se daría fácilmente.
El cansancio es algo comprensible en una persona que viene caminando largo rato. Solo tiene que detenerse unos instantes, tomar aliento y beber un poco de líquido  para continuar luego su ruta. El desánimo en cambio hay que combatirlo, pues es un paso hacia la duda, y la duda es falta de fe.
Sabemos que sin fe no podemos alcanzar nada en la vida.
Pero profundicemos un poco más, y veamos que la duda en realidad es estar entre dos pensamientos. El de la fe en que alcanzaremos algo y la creencia opuesta, es decir una fe en negativo.
La resignación, y más tarde la depresión no son sino la fe en lo negativo. Es creer en lo negativo, es darle poder, y sé por propia experiencia que cuando permitimos que esta certeza nos domine, quedaremos fuera del combate largo rato. Es más, nos negaremos a escuchar a cualquiera que nos quiera ayudar, porque estaremos creyendo que no vale la pena, y que aunque lo intentáramos una vez más fracasaríamos.
Por eso el Señor nos dice, no a unos pocos escogidos, sino a todos : Mira que te mando que te esfuerces y que seas valiente.
¿ Que me esfuerce en qué?
¿Que sea valiente contra qué, o contra quién?
Que me esfuerce en permanecer de pie aunque los pensamientos de desánimo y resignación y duda vengan a atacarme en la mente. Que no les crea, que haga un esfuerzo para tener presentes las promesas de Dios y recordarlas en esos momentos. Que empuje si es necesario en mi memoria para recordar testimonios de quienes sí lo lograron, de quienes pasaron por lo mismo y pasaron "al otro lado del muro de la dificultad"..
Que sea valiente y no cobarde contra estos enemigos. Que no huya de ellos pues me perseguirán.
Ellos no se deprimen, no se desalientan, no se fatigan en su afán de convencerme que la fe es vana.
Así que si no se cansan debe ser porque les inquieta que yo siga firme. Debe ser porque es importante mi actitud, sino ni se molestarían en acosarme.
Asi que tú, tranquilo. Tú no estás solo en este mundo luchando contra molinos de viento. Eres un hijo del Rey, y El ya ganó esta batalla para ti también. Así como ganó la batalla contra el pecado, también ganó todas, sí TODAS las batallas contra tus enemigos.
Solo nos toca creer y permanecer firmes confiando en lo que nuestro Rey nos dice.
Esfuérzate en la fe. No tengas temor de ellos, tomen la forma que tomen. Tu Dios está contigo donde quiera que estés, donde quiera que te muevas, allí está El... y Su Poder.
Tu Dios está de tu parte.

jueves, 4 de agosto de 2011

El Plan "B"

Alguna vez te pusiste a pensar qué sería de la Gracia, si Dios no tuviera un plan "B"?
Si nuestra historia dependiera solamente de que tomemos las buenas decisiones dentro de un único Plan Perfecto, entonces desde el momento en que por distintas razones, tomemos la decisión equivocada, el plan quedaría arruinado y nunca más Dios podría cumplir su propósito en nosotros.
Si, cuando Adán pecó, Dios se hubiera agarrado la cabeza, pensando: "y ¿ahora qué hago? ¡Ya perdí al hombre, mi creación!", entonces no habría habido segunda historia. La redención no hubiera sido posible, y el hombre, la mujer y este mundo, hubieran quedado irremediablemente lejos de Su creador .... PARA SIEMPRE.
Si cuando David, que tenía un corazón de acuerdo al corazón de Dios, cayó en pecado, no hubiera habido una segunda oportunidad, nos habríamos perdido muchos salmos de alabanza y adoración que hoy disfrutamos.
Si Dios hubiera desechado a Israel para siempre por la dureza de su corazón, entonces el Mesías no hubiera venido.
Y así también sucede en nuestras vidas. Quizás pensemos que el plan original para nuestra vida cristiana lo hicimos fracasar. Que no queda remedio para lo que hicimos, para cómo negamos al Señor y por el camino equivocado que tomamos.
Quizás estés apartado de la iglesia, como me pasó a mí, y estés sintiendo que es demasiado tarde, que tu juventud pasó, que los años más importantes de tu vida los malgastaste viviendo como el mundo ofrece. O quizás no, pero una o varias malas decisiones, te hacen hoy pensar que es demasiado tarde, que nunca más Dios podrá usarte en aquello que era su Propósito, y Su Plan para tu vida.
Pero déjame hoy decirte una cosa importante, que El me dijo a mí : ¿ Acaso El no sabía, cuando te llevó a conocerle, cuando planeó aquel primer plan, lo que ibas a hacer?
¿Dios ignoraba, cuando aceptaba tus alabanzas y respondía tus oraciones, quién eras realmente,  y cuán lejos ibas a encontrarte de aquel primer plan?
¿Crees que has decepcionado a Dios? ¿Crees que es posible decepcionarlo? ¿Hay algo que El no supiera desde antes?
¿Qué sucedió cuando Adán pecó en el Edén? ¿Se agarró Dios la cabeza y dijo : ¡como me ha decepcionado Adán, no esperaba eso de él! ? UN ROTUNDO NO ES LA RESPUESTA. Nada toma a Dios por sorpresa.
Cuando Adán pecó, Dios ya tenía un plan B. Cuando el plan A falló, por causa nuestra, por supuesto, no podía ser porque algo que Dios hiciera estaba fallado. Seguro que si algo no anduvo bien era por nuestra causa, nuestra ignorancia, nuestra equivocación, nuestra ceguera o incomprensión de las consecuencias.  Entonces Dios ya había preparado en Su Gran Amor y Misericordia... LA SALIDA... LA CRUZ... LA SALVACION POR GRACIA.
Así es nuestro Dios, es el Dios de las segundas oportunidades, es el Dios del "arrepiéntete, cree y sígueme". El no pasa mirando hacia nuestros pasados y lamentándose sobre lo que pudo ser. Dios no hace eso. El no es así.
Por eso la fe es un ingrediente indispensable para caminar con El. Porque la fe es Su invento. Y ¿qué es la fe sino la confianza de que todo saldra bien? ¿Qué es la fe sino la certeza de lo que se espera? Lo que se espera está delante, nunca detrás nuestro. Dios es un Dios de mirar hacia adelante. Dios tiene algo nuevo para ti hoy, mañana y pasado mañana.
¡Dios tenía un plan B cuando, antes de proponerte el plan A sabía que no ibas a hacerle caso!
Dios tiene aún la solución en Sus Manos. Dios tiene aún tu vida en Sus Manos.
Dios tiene aún cosas grandes para mostrarte, victorias que aún no conociste, tareas para hacer que puedes realizarlas de ahora en adelante.
No le creas al diablo que te susurra que ya estás muerto, que tu juventud pasó, que los mejores años volaron. En realidad los mejores años son aquellos en los cuales alcanzamos la victoria. No necesariamente aquellos en los que somos más jóvenes o fuertes.
Abraham obedeció a Dios para salir de la tierra donde habitaba a los 75 años. A esa edad comenzó su aventura con Dios. (Génesis 12:4)
Moisés obedeció para hablar con Faraón a la edad de 80 años (Exodo 7:7)
Josué empieza su ministerio para conquistar la tierra aproximadamente a los 82 años (Ver http://serjudio.com/rap1401_1451/rap1450.htm )
José pasó muchos años antes de ver cumplido el sueño profético que había tenido. Dios mostró que no tiene apuro en formar a quienes va a usar. Dios tiene paciencia y nos forma a Su Manera. Para nosotros fueron años quizás oscuros, sin sentido, donde no veíamos ni comprendíamos el por qué. Pero Dios perseguía un fin preciso, una meta segura. No hay tal cosa como que "algo se le escapó a Dios" o "Dios no pudo arreglar esto".
Lo que pasa es que tus errores te han tomado por sorpresa. Eres tú el que no sabía que te ibas a equivocar. Eres tú el que habías creído que no tendrías que verte a ti mismo caer tan bajo. Entonces estás decepcionado... en definitiva... de ti mismo. Y crees que lo mismo le pasa a Dios. Pero El es Dios y no hombre. Hemos sido creados a Su semejanza, pero no somos Dios, y como consecuencia, vamos entendiendo Su Plan a medida que caminamos... por fe, sin ver... aún a tientas.
El está por encima. 
Dale  una oportunidad al Plan "B" de Dios. Déjale sorprenderte con las maravillas que tiene preparadas.. Tenemos necesidad, de la misma manera en que recibimos la salvación, de recibir Su Plan y aceptarlo para nuestras vidas... aunque pareciera nublado, y no comprendiéramos el por qué.
Dios nunca pierde. Aún estás a tiempo. No es tarde. Es tu momento.
Así que : toma ánimo y esfuérzate en la fe. Es decir : alimenta y retroalimenta la confianza en que El sigue teniendo un plan.
Dile sí a El y emprende lo que te vaya guiando a hacer, porque seguro es el comienzo de una GRAN AVENTURA.

sábado, 21 de mayo de 2011

Obteniendo respuestas a nuestras oraciones

Hoy quería hablar de una promesa entre las promesas, que nos da la clave para comprender por qué es que hay cristianos que reciben una respuesta a sus oraciones y otros que no.
Leamos 2 Corintios capítulo 1, versículo 20 :
"Porque todas las promesas de Dios son en El sí, y en El Amén, por medio de nosotros para gloria de Dios."
Primeramente encontramos una idea alentadora para todo cristiano que la lea:
Todas las promesas que se hallan en la Biblia tienen un sí como respuesta.
Es importante que nos demos cuenta de esta realidad. Durante mucho tiempo creí erróneamente que quizás  yo no tenía derecho a disfrutar de todas las promesas de Dios, o que tenía que llegar a un nivel espiritual de merecimiento para obtenerlas. Esto es falso.
No es necesario un cierto nivel de conocimiento para que una promesa hecha por Dios me pertenezca.
Sin embargo si se nos explica que hay dos condiciones :
Leamos bien nuevamente esta porción de la Escritura:
"Porque todas las promesas  de Dios son EN EL sí y EN EL amén..."
En El. Quién es El?
Si vamos un poco antes en el capítulo de 2 Corintios encontramos que nos está hablando de Jesucristo.
Es decir que quien está en El, tiene acceso a toda promesa hecha por Dios en la Palabra. Si ! A todas.
Qué quiere decir estar en El ?
Están en Jesucristo quienes le han aceptado como Salvador personal y Señor de sus vidas.
Es decir que todo aquel que ha conocido al Señor Jesucristo y le ha aceptado como salvador, naciendo así de nuevo, tiene acceso a las promesas de Dios que están en la Palabra. Porque al nacer de nuevo, entramos a formar parte del Cuerpo de Cristo.
Leamos : "Así muchos somos un cuerpo en Cristo, mas todos miembros los unos de los otros" Romanos 12 :5, y también :
"De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas." 2 Corintios 5:17.
Es decir que desde que nacimos de nuevo, estamos en Cristo, comenzamos a formar parte del cuerpo de Cristo y entonces cumplimos la primera condición para tener el SI de Dios con respecto a Sus Promesas.
En resumen : todo cristiano, todo renacido,  puede reclamar una promesa divina, hecha en la Palabra de Dios y obtenerla.
Ahora veamos la segunda condición :
Dice el texto principal que estamos viendo que la promesa es Sí y Amén " ... por medio de nosotros"
¡ Ah!, he aquí la clave : no sin nosotros
Las promesas de  Dios no se cumplirán automáticamente solo porque están escritas allí. Si bien es cierto que, desde que nacemos de nuevo muchas bendiciones se derraman sobre nuestra vida porque estamos en la Gracia, y por ella ya hemos salido de la maldición de Adán, Dios desea que crezcamos y pasemos de ser bebés que son alimentados de leche, a jóvenes y adultos en Cristo que comienzan a dar los pasos de fe.
Leamos :
"Para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, fructificando en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios:" Colosenses 1 : 10.
Al bebé se lo alimenta. Basta que llore para que se le sirva con amor, pues está indefenso de otra manera. En el Reino de Dios, cuando nacemos de nuevo, es normal que se nos alimente y se nos den muchas bendiciones sin mediar nuestra participación, porque aún somos niños y el niño necesita de cuidados externos, aún no éstá hábil para desenvolverse solo. Pero a medida que un niño va creciendo se le van dando responsabilidades, y no sería normal que un adolescente siguiera recibiendo la misma protección que un bebé. De allí que el Señor desea que aprendamos a tomar Sus promesas y a servirnos de ellas, pues para eso nos las dio.
Por eso dice : "por medio de nosotros, para gloria de Dios"
Dios se glorificará cuando yo use las promesas, cuando las tome, las haga mías y éstas vengan a ser en realidades de cambio.
Dios no se glorifica en mi necesidad, en mi tristeza, ni en mi enfermedad. Dios se glorifica en ver hijos sanos crecer.
Pongámoslo así :
Un padre de familia no se agrada en obligar a sus hijos a quedarse inmaduros para siempre y depender de él. Sería una tristeza muy grande para un padre enterarse que sus hijos nunca crecerán, ni desarrollarán habilidades en la vida. Lo mismo pasa con nuestro Padre Celestial. El nos ha dado desafíos.
Cuando acepto el desafío y me tomo de la promesa que El me está regalando, y le digo : eres mía, promesa y no te dejaré, sino que la reclamaré a mi Padre que está en los cielos. Allí le estoy dando gloria a Dios.
Allí estoy honrando Su Nombre.
No lo honro diciendo : ah... de repente es la voluntad de Dios que yo pase necesidad, ay de mí. Ah... de repente es la voluntad de Dios que yo esté enfermo....
Eso es tratar a nuestro Padre de mal padre, ya que ninguno de nosotros tendría a un hijo como pordiosero, ni permitiría que le faltara el pan sobre la mesa. Es más cualquier buen padre o madre se siente feliz de hacer regalos a sus hijos. (leamos Mateo 6 :30)
Así también es Dios. Es más que generoso al darnos tantas promesas que TENEMOS QUE RECLAMAR POR FE.
Si no la reclamo, Dios me mira con tristeza y espera a que me dé cuenta que se la tengo que pedir. Pero tengo que pedir en estas condiciones : sabiendo que esa promesa es para mí, no porque me la merezca, no porque me la gané, sino porque Jesucristo la ganó por mí.
Claro ... Jesucristo vino a este mundo y sufrió la cruz, para salvarme, sí y darme vida eterna. Pero quizás no comprendí aún que esa vida eterna YA ESTÁ OBRANDO AHORA.
Desde el momento en que recibo al Espíritu Santo de la promesa, tengo una nueva vida, nuevas leyes que están gobernando y nuevas obras, como leímos en Colosenses. Parte de esas obras es alcanzar las promesas... mientras estoy aquí en la tierra. Si pienso en comenzar a alcanzar las promesas en el cielo me equivoco, pues en el cielo no tendré que luchar por nada, ya terminó la batalla. Es ahora el momento de la lucha espiritual.
En el cielo habrá los premios que habré ganado aquí también para el cielo, pero una de las batallas que debo ganar aquí y ahora para crecer en fe es alcanzar las promesas que El me dio para aquí. No nos equivoquemos : los premios que hay en el cielo se ganan aquí, buscando primeramente el Reino de Dios y Su Justicia. Ahora bien. ¿No es parte del Reino de Dios que mi provisión aquí sea sobrenatural y no provocada por búsquedas terrenas que vienen de mi incredulidad en que Dios puede proveerme todo?
Porque si busco proveerme a mí mismo aquí y ahora es porque no creí en las Promesas que Dios me dio para aquí. Dios no me niega la provisión, me la da. y en esa fe, en ese crecimiento de fe, voy alcanzando las promesas para las almas, para mi vida personal, para que en el cielo se me diga . buen siervo y fiel.
Honremos al Padre Bueno que nos regaló tantas preciosas y grandísimas promesas. No dudemos más de Su Amor, pues El nos dio todo. Sí : TODO.
"Así que, ninguno se gloríe en los hombres; porque todo es vuestro
Sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir; todo es vuestro; 
Y vosotros de Cristo; y Cristo de Dios." 1 Corintios 3 : 21-23
Así que cuando nazco de nuevo se me dan las bendiciones automáticamente pues cambié de Reino.
En la medida en que el tiempo de mi crecimiento llega, se me van dando desafíos para que yo aprenda a utilizar las promesas.
Y todo esto es para la Gloria de Dios, esto glorifica Su Nombre y Honra su Bondad.

miércoles, 18 de mayo de 2011

El yelmo de salvación

Me encanta leer en Efesios 6 cuando se nos habla de vestirnos de la armadura de Dios. Siempre me han gustado las películas que muestran en tiempos antiguos las batallas de hombres heroicos que luchan por el honor, y esta figura enseguida me hizo pensar en una de esas batallas.
Entre las partes de la armadura, una que llama poderosamente mi atención es el yelmo. Protector de la cabeza, es decir de los pensamientos, el yelmo es importantísimo si queremos estar en buen estado de salud espiritual.
Pero no solamente para estar en buen estado espiritual es que se nos da el yelmo. Una mente que no está clara se distrae y no puede "ver" hacia quién apunta, y se puede equivocar de blanco al defenderse. Es por eso que Dios desea que nuestra mente esté despejada y llena de buenas cosas, no de pensamientos equivocados.
Ahora bien, ¿Cómo es que se producen estos pensamientos equivocados? En parte, y nuestro trabajo particular será de analizarlos y echarlos fuera, de experiencias pasadas que nos han marcado. Solo puedo quitarme esas ideas si estoy lleno de las ideas de salvación, si me estoy revistiendo de los pensamientos renovados y viéndome con nuevos ojos, los ojos con que Dios me ve. Entonces ya no seré el/la viejo/a yo, sino una nueva criatura, que lo soy, pero las viejas ideas impiden ver quiénes somos ahora.
Es curioso que si no me pongo el yelmo, si no permito que esta protección divina me cubra con sus nuevas ideas, seguiré funcionando como si no tuviera a Dios en mi vida : las mismas reacciones, los mismos temores, siempre manipulados por las circunstancias, etc.
Ahora bien, las experiencias pasadas también pueden ser usadas por el enemigo, aquel contra quien estamos luchando, pues en la forma de pensamientos, vendrán los viejos temores a atacarnos. Es como que alguien está muy interesado en que no olvidemos lo malo, en que lo tengamos presente y así mantenernos continuamente manipulados, bajo su dominio. Es que el viejo hombre (lo que llamamos "la carne") nunca dejará de estar bajo el dominio del enemigo aquí en la tierra. Es por eso que ahora que soy en la nueva criatura, no tengo que escuchar más lo que dice la vieja naturaleza, pues de ella no obtendré nada bueno.
Así que el yelmo también me servirá de orejera. ¡Sí! El yelmo me puede aislar de oír lo que no debo y así tener una vista clara de lo que realmente está sucediendo a mi alrededor.
Así que el yelmo es la imagen correcta de la nueva criatura que ahora soy. Es la nueva imagen, reflejo de Cristo. Son las buenas nuevas ideas que Dios ha puesto en mí y quiere que yo las alimente por medio de la Palabra.
Cuando alimento mi mente y corazón con la Palabra de Dios el yelmo se hace espeso, y no oigo las amenazas de mi enemigo sino que me concentro en derrotarlo, pues distingo sus movimientos.
Así que no veré en otras personas enemigos sino víctimas.
Pues sin Cristo, yo también estaría reaccionando de la misma forma, pero en Cristo todo cambia, en Cristo tengo el cristal de aumento perfecto y "sé" lo que quien no le conoce no puede saber, pues está ciego.
Ten ánimo y ponte el yelmo. Tú no eres más tu viejo yo. Deja entonces esos viejos pensamientos que de nada te sirven, y alimenta los nuevos leyendo las promesas de la Palabra y meditando en ellas (repitiéndolas y pensando en ellas durante todo el día).
Y donde está la Palabra de Dios, el diablo no puede entrar. Si es necesario repítela en voz alta, pues cuando hablamos nuestra mente escucha lo que decimos.
Ejercítate en ello y obtendrás la victoria.

miércoles, 20 de abril de 2011

La preocupacion

Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;  echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.  Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;  al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. 1 Pedro 5 del 6 al 9

No hace mucho he descubierto, y es sorprendente que recien ahora comience a comprenderlo, que un arma muy poderosa que usa el diablo para mantenernos fuera de toda comunion con Dios es la preocupacion.
Hace poco lei en un mensaje devocional que recibo diariamente, que no es casual que junto al pasaje que habla de echar nuestra ansiedad en el Señor, aparezca el diablo como leon rugiente, buscando a quien devorar.
Y la verdad es que la peor batalla se libra en nuestra mente. Mientras andamos en "nuestra prudencia" (proverbios 3:5), vemos todas nuestras experiencias como algo a resolver "horizontalmente", es decir como algo que simplemente "ocurre" entre personas y que logicamente deberiamos buscarle solucion.
Sin embargo, la mayoria de las veces los conflictos que se nos presentan no podemos resolverlos y eso nos genera mucha frustracion. Hablo sobre todo de conflictos entre personas. Nos parece que si "encontraramos la clave", si encontraramos "la falla" en el problema, entonces tambien encontrariamos la solucion, y que sobre todo, (y alli se nos presenta el mayor obstaculo) tenemos el deber de resolverlo, pues en definitiva somos cristianos y debemos dar un buen testimonio y si algo no marcha bien, seguramente es nuestra culpa.
Si bien en muchas de nuestras actitudes cuando no dependemos de Dios causamos conflictos o malas reacciones en los demas, no por ello esta en nosotros la solucion. Mas bien esta en Dios.
Solo El puede arreglarlo todo, solo El puede cambiarnos a nosotros, solo El tiene el buen consejo.
Y he aqui en este pasaje ( uno de los tantos en los que se nos aconseja) el primer paso para hallar la solucion : "Humillaos bajo la poderosa mano de Dios".
Que significa humillarme? Seguro que no es comenzar a decir: oh Señor, soy tan basura que debes tirarme al horno y quemarme, no, no se refiere a eso.
Significa aceptar que no soy apta para solucionar problemas, ni siquiera soy sabia, y ademas de todo mi naturaleza pecadora, ( la cual no me abandono cuando crei en Jesus), tiene una actitud de soberbia al querer seguir considerandose astuta para los asuntos de la vida.
A decir verdad todos pecamos de soberbia cuando comenzamos a juzgar a los demas, a juzgar sus actitudes, a pensar que podemos, que estamos capacitados para juzgarles. Cuando en realidad deberiamos considerarnos a nosotros mismos y contemplarnos bajo la luz de la Palabra, lo cual nos dejaria "sin palabras", de tantos defectos que veriamos en nosotros mismos.  Alli comienza el verdadero camino con Jesus, cuando prolongo la actitud que tuve cuando le acepte.
No es que tuve que aceptarle porque no tenia la capacidad para salvarme a mi misma?
Pues tampoco tengo la capacidad para administrar mi vida en forma sabia y sin errores.
Por eso en proverbios 3 :5 y 6 se nos aconseja: " Fiate de Mi de todo tu corazon y no te apoyes en tu propia prudencia". Por que dira esto el Señor? Sera porque no me considera digno? Sera porque no vio mis estupendas capacidades? Claro que las vio, pues El las creo, pero dirigidas por la carne, estas capacidades no son utiles.
Es porque para hablar claro : me equivoco al tener un juicio parcial de las cosas, me equivoco cuando miro todo desde el punto de vista de mi  yo.
Dios no ve desde el punto de vista de mi yo las cosas, El las ve en conjunto, desde todos los angulos y tiene un enfoque completo. Por eso el me dice : "Hijo, cuando yo te diga avanza, es porque el camino esta libre de obstaculos. Entretanto, aunque a ti te parezca que esta libre, mantente a raya. Estate quieto."
Que dificil es esto para nosotros, almas inquietas !
Parece que tenemos que hacer algo, parece que tenemos que arreglar las cosas a nuestra manera, parece que tenemos que protestar, gritar, enojarnos, rebelarnos, criticar, empezar a buscar causas en lo que hemos hecho, en lo que paso, en lo que hicieron otros, en lo que podia haber sido...
Pero nada de eso nos ayudara. No porque volvamos atras en el tiempo y cambiemos lo que hicimos la situacion mejorara. Porque, aunque a nuestro ego le duela reconocerlo, no todo depende de nosotros.
Humillemonos y pidamos perdon, si es necesario, al Señor. El es fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos de toda maldad.
Despues de hecho esto, seamos consecuentes con nuestro pedido de perdon, dejemos nuestros planes y coloquemoslos en Sus Manos. Es decir " echando toda nuestra ansiedad", toda nuestra preocupacion, todo lo que pudimos haber planificado sobre como resolver aquel asunto, en Sus Manos.
Porque alli esta la zarpa del enemigo. Alli el leon nos devora en preocupaciones, inutiles que nos impiden estar fructificando en algo bueno que pueda salir de nosotros.
Estamos "ocupados preocupandonos", y perdemos nuestro precioso tiempo, limitado y corto, aqui en la tierra.
Entonces y solo entonces, sigamos caminando. Si mis preocupaciones estan escondidas en Dios y El se ocupa de cambiarme, entonces tengo que estar a la escucha. Se acabo el  preguntarMe, el consultarMe sobre las cosas. Lo cambiare por el preguntarLe, y consultarLe, pero no solo con respecto a un asunto puntual ( Señor, voy a este lugar, si o no?), sino a cada pensamiento y a cada palabra que digo, porque es alli donde nacen los conflictos. En lo que pienso y en lo que digo y en lo que hago.
Cuando empiezo a depender de mi, pienso, digo y hago insensateces y lo se bien porque ya lo vivi.
Cuando estoy en Su Presencia y "a la escucha" entonces solo hablare cosas buenas, no armare lio, no dire palabras hirientes.
Fiate de MI de todo tu corazon. Todo nuestro corazon implica entrega. Confiar de todo corazon significa que no guardo ningun rincon del corazon para desconfiar de El, ni para hacer planes en Su ausencia.
Tambien significa que no estare intranquila nunca mas porque El guardara en completa paz a aquel cuyo pensamiento persevera en pensar en El. Eso es confianza, entrega, abandono a Su Direccion Sabia.
He mirado los testimonios de quienes han confiado verdaderamente en El, y no fueron defraudados. Su direccion les llevo a buen puerto. Su direccion les bendijo grandemente. Su direccion fue la buena eleccion y no se arrepintieron de haberla elegido.
Hay ademas otra consecuencia que se desprende de echar mis preocupaciones, mis ansiedades, y mis planes en El, y estar a la escucha. Lo que paso quedara atras, si, por  primera vez lo dejare atras y no pensare mas en el asunto. Entonces podre enfocarme en el presente, en otras cosas nuevas que se me estan presentando delante de los ojos. Vere esas nuevas cosas y encontrare el Plan perfecto para mi vida en "los caminos" de Dios.
Hay un texto en proverbios que nos habla de esto : "Dame, hijo mio, tu corazon, y miren tus ojos por mis caminos"
Ves? Es el mismo principio que vimos antes, dicho diferente :
Primer paso : dar el corazon a Dios, entregar no solo para vida eterna nuestra voluntad, sino para vivir esta vida. El primer paso es entregarle a Dios mis planes.
Segundo paso : Mirar Sus Caminos
Dios no se queda alli, no me va a dejar como una boba en silencio, inactiva, pues Dios no se queda quieto tampoco. El esta siempre en movimiento.
Pero estuve tan ocupada en mis preocupaciones que no pude ver lo que El si queria mostrarme, que eran Sus Planes.
El tiene pensamientos de bien y no de mal, para darme el fin que espero, para darme bendicion y toda cosa buena : amistades, provision espiritual y material, actividades que me gusten y que sean para buenos fines.
Dios tiene Su Plan para mi, y no he podido escucharlo porque estaba muy ocupada.
Si le escucho seguro que descubrire que me agrada Su Punto de vista.
Y todo aquello que me tenia atrapada, lo dejo en las manos de Dios. El me hara descubrir que El tambien lo puede arreglar. No me preocupo mas. Ahora si vivire en paz !!!

domingo, 3 de abril de 2011

Porque de tal manera amo Dios al mundo...

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en el cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Juan 3:16
Esta Palabra tan conocida, tan repetida en miles de iglesias y grupos alrededor del mundo, es quizás conocida de memoria por la mayoría de los creyentes.
Sin embargo hoy me gustaría entrar en ella, como dentro de un manantial que sacia el alma, pues esta lleno de esperanza y de consuelo para los que levantan bandera en el nombre de Jesús.
De tal manera ... de tal manera. ¿Cuál es la medida de un amor tan grande? No la hay. Es un amor incontenible, un amor de sacrificio. Cuando un humano da todo por una causa, decimos : no midió las consecuencias, para explicar su devoción, su entrega a lo que le impulsó a luchar.
Pero en el caso de Dios es diferente. El sí midió las consecuencias. El sabía cuán caro era el precio a pagar por cada una de las criaturas que El creó y que ama infinitamente. Y, calculandolo, viendo cada detalle a la distancia, es decir, para hablar en criollo : midiendo la humillación que sufriría, pensando en el dolor de los clavos, meditando en la sangre que correría, visualizando de antemano el desprecio de quienes en otros momentos le habían aclamado como rey, nos amó tanto que menospreció el dolor y la vergüenza.  Como dice en Hebreos, pues allí está explicado :" sufrió la cruz, menospreciando la vergüenza". Menospreció el precio y miró el premio que era tenernos para siempre con El.
Ese valor tenemos para Dios. Somos el premio de su dolor, el consuelo de sus espinas, los hijos de Su Corazón.
De tal manera nos amó. Eso quieren decir estas palabras. Cada vez que me acuerdo de la cruz pienso en ese amor. Porque Su Amor no se puede separar de la cruz. No se puede separar de lo que sufrió. Por el contrario : queda demostrada la medida de Su Amor en el sufrimiento que pasó.
Ahora bien, este sufrimiento fue un regalo que El nos hizo.
Dios "dio" a Su Hijo. Es una frase breve y la repetimos como una cantinela para acordarnos de las cosas que nos dio, de las bendiciones que vienen aparejadas con Su Persona.
Pero en realidad, aunque todas estas cosas que vienen con El y que llamamos "la añadidura", sean necesarias y buenas, en realidad  El es nuestro regalo precioso. Porque solo El tiene ese corazón tierno y puro, generoso, de tal manera que se entregó a Sí mismo como un cordero manso que va al matadero.
Cuando decimos  que El es "el Cordero que quita el pecado del mundo" decimos verdad, pero no es solo un objeto de utilización. El es el regalo. El es el objetivo. El es quien merece nuestro amor, más que todas las otras cosas que existen o existirán.
Esto me hace pensar en el esposo que hace un  regalo muy caro a la esposa, por ejemplo un diamante. Imaginemonos que la esposa toma el hermoso diamante y luego se olvida del esposo, porque quedó fascinada con el diamante. El diamante no deja de ser hermoso y valioso, pero el esposo que tuvo la idea de dar el diamante, que pensó en hacerle un gusto a la esposa, Él es el verdadero diamante.
A veces la hermosura del Señor queda velada, cuando miramos las cosas que El nos da y olvidamos Quien es El, cuán precioso es Su corazón, cuán profunda Su fidelidad, CUAN GENUINO SU AMOR.
"para que todo aquel que en El cree, no se pierda, mas tenga vida eterna"
Todo aquel que cree... esto es cualquiera que cree. Podemos venir de cualquier lado, podemos tener el pasado más tranquilo o el más tenebroso. Podemos tener una conciencia que a nuestros ojos es limpia y perfecta, o una que nos reprocha constantemente lo que hemos hecho. En cualquiera de los casos nos es necesario creer para tener vida eterna. Es decir que sin fe en El, si creer en Su sacrificio, estare perdido/a. Es lo que El mismo dice y cuando Jesus habla, siempre dice la verdad.
El nos ama a todos, y el camino que Dios preparo para reconciliarnos con El esta abierto a todos : Su Hijo.
El es EL CAMINO. Y esta abierto para todos. Sin embargo para entrar por ese camino, necesitamos creer. Muchos hablan de Jesús de diferentes maneras. Como ya en su tiempo sucedió : unos decían que era un profeta, otros decían que era quizás un revolucionario, otros decían que estaba loco, etc. Pero en medio de todos estos comentarios, un día Jesús pregunta a sus discípulos : y vosotros, quién decís que soy?
Es decir : El sabe que habrá siempre comentarios respecto a Su Persona, pero a El no le interesan las multitudes. Siempre llama individualmente y nos pregunta : " y tú, quien crees tú que soy Yo?"
Y es responsabilidad nuestra y solo nuestra de responder lo correcto.
No podremos luego decirle : Señor, yo estaba con fulano y mengano y ellos pensaban esto de ti y yo los seguí. Esa no es la buena respuesta.
Esto es entre yo y El, no entre yo y la institución tal o cual.
Me acuerdo que cuando empece a concurrir a una iglesia, nuestro pastor decía siempre : podemos venir a la iglesia, pero eso no garantiza que seamos salvos. Jesús vino a salvar a individuos, no al edificio, ni siquiera a grupos.
Y esas palabras llenas de luz, pueden llegar a ti hoy.
Jesús no está interesado en el partido religioso que profesemos, sino en la fe que tengamos en El. El prometió que todo aquel (no importa donde esté, ni con quien esté) que deposita su confianza en El,  en que él es el Hijo de Dios, que vino a derramar su sangre en sacrificio por nuestros pecados,  y lo acepta como tal en su vida, ése sera salvo. Ése tiene vida eterna junto a El para siempre.

Porque de tal manera te amó Dios el Padre, tan grande fue Su Amor por tí que un día decidió enviar a Su Hijo único, al hijito ínico de Su alma, poniéndole como precio para pagar por ti. Y como le costó tan caro, como es lo más precioso que el Padre tenía, ahora si alguien desprecia ese sacrificio, Dios lo toma como un insulto a Su precioso Hijo. Es así. Pero El ama a cada uno y quiere darle una oportunidad, y la verdad es que nos da infinitas oportunidades en la vida. Tomemos la oportunidad. No seamos tardíos, ni dejemos pasar el tiempo : lo haré mañana. No se deja un regalo tan precioso para mañana. No se dice que no a un diamante, sino que se extiende la mano y se lo toma.
Oración:
Gracias, Jesús precioso, porque un día allá en la eternidad, decidiste que yo era tan valioso  como para pagar con tu propia vida por mí. Te costó caro, pero no te importó, pues en tus ojos fui de grande estima, aunque para otros no lo haya sido. No dudaste en pagar, no dijiste: a lo mejor éste no vale tanto la pena. Tuviste confianza en Tu Plan precioso para mí. Ahora yo también quiero tener confianza en ese plan precioso, que seguramente es mejor que todos los planes que yo hice y fracasaron.
Quiero aceptar ese Plan Señor. Quiero aceptar a Jesús como mi salvador personal. Quiero que El sea Mi guia en lo que me quede de vida, y ser uno de los que creen verdaderamente en Ti. Amén

sábado, 2 de abril de 2011

El Buen Pastor

Leamos el evangelio de Juan, el capitulo 10, desde el versiculo uno :
Jesus dijo : " De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el corral de las ovejas, mas sube por otra parte, el tal es ladrón y robador.
Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es. A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz: y á sus ovejas llama por nombre, y las saca.
Y como ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz.
Mas al extraño no seguirán, antes huirán de Él: porque no conocen la voz de los extraños." (Juan 10 : 1-5)
En esta maravillosa parabola, Jesus cuenta a hombres sencillos ( en su mayoria conocedores de las labores del campo), que Dios nos ve como ovejas, y que El desea pastorearnos.
De esto se deduce que el hombre en realidad nunca es dueño de si mismo, como cree. Sino que siempre hay "pastores", que le guian a hacer una cosa u otra.
Por eso el Señor nos advierte que tengamos cuidado, pues si bien hay muchos pastores, muchos guias, solo hay uno de confianza : el que pasa por la puerta.
Quien es ese? Que es la puerta? De que nos esta hablando Jesus?
El mundo es un gran rebaño de personas que van en diferentes direcciones, extraviadas, sinceramente convencidas, o no tanto. Todas ellas buscando la seguridad, la paz y el consuelo, la reconciliacion con Dios,  pero sin encontrarlo.
Por eso comencemos otra vez por el principio. Sigamos las palabras de Jesus mismo para que El nos las explique.
El empieza su discurso diciendo : Esto que les voy a decir es cierto, presten mucha atencion porque esta es la verdad.
Y luego habla del redil que somos las ovejas y nos dice: muchos entran al rebaño pero no por la puerta. No los oigan.
Por que no hay que oirlos? Porque son ladrones y robadores. Si, Jesus no se anda con medias tintas. Llama a las cosas por su nombre. Cuando la Palabra de Dios es sembrada en nuestro corazon y no le prestamos antencion, entonces viene la falsa idea y me quita lo que Dios habia sembrado. Quien permite que eso suceda, se expone a un gran peligro : el de nunca llegar a conocer al Autor de la Vida. Y Jesus dice con tristeza que hay un gran rebaño que anda extraviado.
La Palabra de Dios no obra por razonamiento. No es una idea, aunque esta llena de ellas. La Palabra que sale de la boca de Jesus es un poder para aquellos que la escuchan, pues les engendra vida espiritual. Cualquier otra filosofia llenara la mente, y aun los sentimientos, el alma, pero la Palabra de Jesus trabaja en nuestro espiritu y es alli donde es necesario que se engendre la vida.
Cual es esa puerta? Como saber quien un verdadero guia?
La puerta es Jesus mismo. El es la puerta de las ovejas. Y al mismo tiempo El es El pastor, no uno de los tantos buenos pastores, no una voz mas entre tantas voces, El es el Unico que demostro su Amor por ti y por mi, dando su vida por ti y por mi. Ayer escuchaba un mensaje de un hermano que decia : los brazos abiertos de Jesus en la cruz nos estan diciendo : Te amo asi de grande, que vine a esta cruz.
Solo quien amara hasta lo infinito daria su vida por algun otro. Asi nos amo Jesus. El dijo : hay un precio para que esta oveja este conmigo. Es muy alto : es mi propia vida, pues solo derramando mi sangre ella sera limpia de todo pecado y podra entrar al cielo conmigo en la eternidad.
Quien pagara ese precio? Se pregunto Dios un buen dia, en la eternidad, antes de que nacieramos.
Y el Hijo dijo: yo lo hare. Ya alli pensaba en mi. Ya en aquel momento estaba pensando en ti, y habia decidido que para El eras tan valioso que moriria por ti.
Asi que un dia bajo. Vivio entre los hombres,  como uno de ellos, siendo Dios. Y un buen dia llego el momento de dejarse llevar a la cruz. No le tomo por sorpresa. No fue que "lo atraparon". Si leemos los evangelios nos daremos cuenta que Jesus ya conocia que iba a morir. Es mas, se nos dice que antes de la fundacion del mundo esto ya estaba preparado. Y alli, en esa cruz El estaba cargando y recibiendo el castigo por tus pecados y los mios. No hay nada que pagar de nuestra parte. Nunca llegariamos a cambiar nuestros pecados con solo buenas intenciones, y Dios lo sabia. Por eso fue que El pago en nuestro lugar. Tan grande fue y es Su Amor por ti y por mi.
Luego Jesus resucita, porque la muerte no tenia poder sobre el santo.
Ahora El esta del otro lado de la puerta, el de la Victoria. Y entonces empieza a llamar a sus ovejas por nombre. Empieza a llamar a cada ser humano para que crea en El, para que acepte el sacrificio de la cruz. Para que pase de muerte a vida. Eso es lo que esta explicandole a sus discipulos : " A Este abre el portero, y las ovejas oyen su voz, y  a sus ovejas llama por nombre y las saca".
Notaras que hay "las ovejas" y luego tambien" sus ovejas". Esto es porque a cada persona que viene a este mundo Dios le da la oportunidad de "oir la voz de Jesus".
El no elige a unos y desprecia a otros. No importa lo que hayas hecho. No importa cuan pobre te veas espiritualmente, si pecaste mucho, o piensas que es poco. Toda oveja llega un momento en su vida que oye el llamado del Buen Pastor.
Pero hay una diferencia entre las ovejas en general y aquellas que terminan siendo Suyas. Por que? Son las ovejas las que hacen la diferencia, no el Pastor. El las ama a todas por igual y a todas llama.
Pero hay algunas que quieren seguir esa voz, sienten que es maravillosa y que la aman. Se ven atraidos no solo porque suena linda, sino porque comprenden cuanto amor sincero y puro hay en el corazon del Buen Pastor. Entonces, esas le seguiran. Esas seran salvas. Esas le corresponderan en amor.
Y esas son ya separadas de las otras, pues llevaran su sello para siempre. Es la promesa.
Todas son llamadas. Pero no todas responderan afirmativamente.
Una vez, hace mas de 20 años, recibi un mensaje como este. Reconoci que el mensaje venia del Buen Pastor. Y me di cuenta de que sin El, de nada me servirian todos mis esfuerzos por agradar a Dios. Y decidi aceptar la justicia de Jesucristo, que habia venido a morir por mi a una cruz.
Tu tambien puedes hacerlo. Hoy puede ser "tu" dia "D" ( de Dios).
Mas al extraño no seguiran, sigue diciendo Jesus, antes huiran de El, porque no conocen la voz de los extraños. Y alli Jesus va mas profundo, hablando de cuantas creencias se presentaran en su nombre o con otro nombre y que a sus ovejas tambien les seran presentadas,pero que ellas no las escucharan, pues tienen el corazon dispuesto para oir la voz verdadera, la del Buen Pastor. No se dejarian engañar.

Oracion : Señor Jesus, me he dado cuenta de que solo Tu eres el Buen Pastor. Muchas filosofias hay en este mundo pero no las quiero escuchar, porque no quiero pertenecer a otra filosofia que la Tuya. Quiero creerte, Señor, reconozco que me falta sabiduria. Reconozco que puedo estar confundido, pero te pido luz. Quiero conocerte realmente, y no ser llevado de aqui para alla sin saber a donde voy. Quiero creer en tu sacrificio en la cruz por mi. Te quiero recibir ahora en mi corazon,  y que tu sangre me limpie de todo pecado, y creo que desde este momento, como he hecho esta oracion, paso a formar parte de Tu Rebaño. Tu prometes que los que te buscan te hallaran, y que al corazon contrito y humillado no rechazaras. Gracias, Señor Jesus, por tu Amor y perdon. Guiame en lo que me quede de vida para que haga tu voluntad, agradable y perfecta. Amen

viernes, 1 de abril de 2011

Para aquellos a quienes les gusto el video de ayer

HE aqui la segunda parte de "Una vida con proposito" de Rick Warren, un libro que debe ser interesantisimo. El hace un resumen video en partes de cada uno de los capitulos. Vale la pena escucharlo !