martes, 9 de abril de 2013

TEMORES QUE ATAN

No temerás el terror nocturno, ni saeta que vuele de día.
Sal. 91:5

Hay muchas personas atacadas por temores hoy día. El temor es un arma poderosa en manos de nuestro enemigo, y nos deja congelados.
El temor puede transformar a una persona talentosa en alguien vacío de ideas, a una persona fuerte en un gusano tembloroso, a alguien lleno de poder, en un pusilánime, incapaz de usarlo.
Imaginémonos lo contradictorio de la situación : imaginemos a alguien muy poderoso, pero que no cree en su poder, sino en cómo se siente: pequeño e incapaz frente a la vida.
Esa persona ya está anulando todo lo que puede hacer. Porque puede, pero no lo sabe. Su debilidad es el miedo.
El temor destruye. ¿No nos dijo ya el Señor Jesús mismo : "el ladrón viene para ... destruir"?
Pero para aquellos que han elegido por voluntad propia vivir "bajo la sombra del Altísimo", y que llaman al Señor : mi Castillo, mi Dios en quien confiaré, el temor aunque venga queriendo atacarle, no será efectivo.
¿Por qué? Porque quien ha puesto en Dios su confianza, tiene la promesa de que no es necesario temer, pues Él cuida de nosotros.
Mucha gente pierde el sueño atacada por temores nocturnos. Estos son espíritus de temor que vienen para impedir que vivamos en paz y desarrollemos el motivo por el cual estamos en el mundo.
Pero el creyente reconoce la artimaña y resiste al temor, echando toda preocupación en la oración, confiando que Dios contesta, que el Padre está escuchando y atento a lo que sus hijos piden.
"El temor del hombre pondrá lazo", dice un proverbio, "pero el que confía en el Señor será levantado" (Pr. 29:25)
¿Te imaginas la acción opuesta al estar temeroso? El temor nos hunde, nos destruye. La confianza en Dios nos levanta, nos pone alas, nos muestra quienes somos con Él.
No en vano la frase : "No temas" aparece tantas veces en la Biblia. Es una frase que el Señor repite cada vez que se encuentra con alguien.
"No temas, hijo", "No temas, solo confía".
Esto es : No escuches los temores que te asedian. No les hagas caso. Solo ponlo en Mí, que Yo llevo tus cargas. Solo pregúntame a Mí cuál es la salida, porque Yo la sé. Solo pídeme a Mí, y eso que has temido nunca sucederá.
El salmo 91 es un alimento diario para librarnos para siempre del sentimiento de temor.
Nada malo sucederá a quienes ponen diariamente su confianza en el Señor y sus cargas en Sus Manos.
Podemos vivir seguros en un mundo inseguro.

Oración : Padre, hasta hoy he vivido con inseguridades y temores. Éstos me han dominado y han manejado toda mi vida. Pero hoy quiero decidir por voluntad propia, venir a refugiarme bajo tus Alas, un lugar que es completamente seguro, donde el mal no llega, porque hay un muro alrededor que eres Tú, Señor.
Vengo bajo tus alas y quiero aprender a vivir allí. Tú eres mi Castillo fuerte. Tú eres un gran Muro alrededor de mí. Gracias porque Tú prometes que puedo confiar en Ti, que Tú eres confiable y que es verdad que cumples con esta Palabra de protección. Te entrego todas mis preocupaciones y mis cargas hoy, Señor y me refugio para siempre en Ti. En el Nombre de Jesús. Amén.