sábado, 11 de enero de 2014

Ten cuidado con el relativismo

Si fueren destruidos los fundamentos,
¿Qué ha de hacer el justo?
Salmos 11:3
Estamos en tiempos peligrosos. "Relativiza todo", dicen por allí.
Nada es para siempre, proclaman por allá. Haz la tuya. Nada es tan importante. Total, todo es relativo. El bien, el mal, las consecuencias de lo que hagamos. Todo es relativo.
Bueno, eso puede ser cierto en las vidas de quienes no conocen a Dios, al Dios de la Biblia. Pero para un cristiano, para un verdadero cristiano, nada hay menos relativo que los principios para la vida que Dios ha dado.
Lo cierto es que si crees en que la Biblia es la Palabra de Dios, si es Su Palabra, si viene de Él, aunque haya usado a hombres para escribirla, entonces para ti no solo no es relativa, sino que es sagrada.
No puedes minimizar lo que dice, porque amas y respetas a Aquel que la dio.
Para que se comprenda mejor esto, piensa en este ejemplo : Yo te tengo de amigo y tú me cuentas algo tuyo. Luego, yo tomo lo que tú has dicho y lo cambio, lo adapto a mi manera de pensar, bajo la excusa de que somos amigos y que "te interpreté". En realidad te estoy calumniando. Estoy siendo falso contigo. Me contaste algo, esperaste que te creyera, pero luego me di media vuelta y lo cambié, y no solo me contenté con cambiarlo, sino que además le conté a todo el mundo una mentira sobre lo que me habías dicho.
Así hacemos con la Palabra de Dios cuando, en vez de preguntarle a Dios por Su Palabra, vamos y le preguntamos a mujeres y hombres incrédulos qué piensan sobre lo que Dios dijo.
Asi no actúan los amigos.
Pero además Dios no es un amigo humano. Según Su Palabra Él creó todo lo que vemos y lo que no se ve con el Poder de Su Palabra. Él es Dios, es nuestro Creador y no nos hicimos nosotros a nosotros mismos.
El hombre, al buscar interpretar a Dios sin consultarle, está diciendo : soy independiente de Dios. Estoy en igualdad con Él y con mi inteligencia y juicio puedo llegar a las mismas conclusiones o mejores que Él.
Eso no es cierto. Dios nos hizo inteligentes, sí, pero El es mucho mas inteligente que nosotros. Por lo tanto, aunque parezca inexplicable e incomprensible que Dios haya dicho que formó al hombre del polvo de la tierra y luego sopló en él aliento de vida, si creemos que la Biblia es verdad y si creemos en ese Dios que revela la Biblia, aceptamos que no podemos saber "cómo", pero aunque no entendamos el cómo, le creemos a nuestro incomprensible Creador.
Eso es fe. La fe es "la certeza de lo que se espera y la demostración de lo que no se ve" Hebreos 11:1.
Se cree en lo que no se ve, pero no se cree cualquier cosa. Los cristianos creemos en la Biblia y es ella nuestro fundamento, no los libros filosóficos "modernos" o "adaptados" a la moral actual del mundo. Tampoco nos guiamos por argumentos científicos que niegan sin investigar todo lo que la Biblia dice, simplemente porque no pueden explicarlo o porque parece ilógico.
Un científico cristiano, buscará en todo lo que conoce como las leyes de la ciencia, para tratar de entender cómo pudo haber sido que sucedió esto o aquello que relata la Biblia. A veces no podrá explicarlo, como con el milagro de la vida por ejemplo. No podrá explicar cómo de la nada apareció la materia. Pero eso tampoco lo puede explicar un científico no creyente.
Existen libros escritos por científicos cristianos que demuestran con argumentos basados en las leyes de la ciencia, la veracidad de los hechos bíblicos. Y un verdadero cristiano buscará afirmarse en argumentos científicos que respeten a Dios y Su Palabra, la veracidad de ésta, en lugar  de aceptar cualquier otro argumento solo porque es el camino fácil y el menos controversial.
La verdad es que ser creyente siempre fue controversial y peligroso. Si lees la Biblia y un buen libro de historia, comprobarás que los creyentes en Dios del antiguo testamento y los creyentes del nuevo (llamados cristianos), siempre tuvieron problemas por creer lo que creían. La mayoría de los pueblos creían otras cosas y les molestaban los creyentes en el Dios verdadero.
Los cristianos desde que comenzaron a predicar la Palabra, fueron perseguidos. Si bien muchos de los que oían aceptaban la salvacion de Jesús y cambiaban sus creencias, muchos otros deseaban que esa "secta" desapareciera de la tierra. ¿Por qué? Una de las razones es que cuando Jesús nos llama, siempre nos lleva a arrepentimiento de nuestras malas obras. Jesús nos llama a que nos arrepintamos. Dios llama al pecado, pecado y NO DICE : "Bueno, estamos en tiempos modernos, ahora he cambiado y si quieres hacer lo que desees con tu cuerpo, hazlo, de todas maneras ya no importa, ahora cambié de opinión, y si deseas corromperte, hazlo". Dios no ha cambiado de opinión. Jesús no vino a hacer la paz entre los hombres, una paz a cualquier precio, no. Jesús vino a salvar a los pecadores. Salvarlos implica ofrecerles un cambio de vida, una transformación de pecadores a no pecadores. Jesus llamó siempre a un cambio. Nunca dijo : bueno que la mujer o el hombre que se prostituye siga prostituyéndose, que el que realiza prácticas homosexuales siga  haciéndolo, que el que se droga siga drogándose, que el que roba siga robando, que el mentiroso siga mintiendo. Total, vine a darles paz, mis amigos, vine a "tolerarlos". No. Jesús vino a ofrecernos un verdadero cambio que viene desde el interior, desde el momento en que aceptamos Su salvación. A Él le costó muy caro pagar nuestro rescate. Le costó la vida y la sangre. Esa cruz no es  nada más ni nada menos que un sacrificio expiatorio por tus pecados y los míos. Pecados que comenzaron con Adán y Eva,aunque algunos ahora se empeñen en afirmar que esos tampoco existieron. Claro, si Adan y Eva no existieron, fíjate bien, si no existieron, entonces no es cierto que pecaron. Si ellos no pecaron desobedeciendo a Dios, entonces no somos pecadores. Si no somos pecadores entonces tenemos un evangelio "light". Porque si el pecado no tuvo origen en el Edén, entonces quiere decir que Dios YA NOS HIZO  hombres y mujeres imperfectos y que están en camino de la perfección y entonces Jesús no vino como Salvador. Entonces vino solo como ejemplo moral para aquellos que quieran imitarle. La verdad es que es imposible imitar a Jesucristo en forma natural.
Ahora bien, esa idea puede ser muy agradable a nosotros, porque no implica nada que nos choque. Pero no es el verdadero evangelio.
El verdadero evangelio es el que anunciaron los apóstoles : "que por medio de él (Jesucristo) se os anuncia perdón de pecados" (Hechos 13:38). Es decir que en el hombre hay pecado, y Dios ofrece el perdón a aquellos que no desean vivir más así. Y no solo el perdón, y la reconciliación, sino también una nueva vida en victoria. Claro, eso hoy en día es controversial.
La filosofía de hoy es : vive y deja vivir. Entonces si no "dejamos vivir", somos conflictivos.
Ahora bien, desde el momento en que "aguamos" el evangelio porque hay a quienes no les gusta, dejamos de agradar al Dios que nos salvó.
 Pablo dijo una vez que si alguno predicara otro evangelio que el que él predicaba, esa persona fuera maldita. Parece una palabra muy fuerte, pero es que Pablo  amaba profundamente a Dios y para Él herir a Dios era más importante que que lo hirieran a él.  Y cualquiera que deforme lo que Dios dijo, cualquiera que relativice o cambie lo que Dios quiso decir, es como si escupiera sobre el rostro de Jesús ... una vez más.
¿Te imaginas escupiendo sobre el rostro de la persona más buena en el mundo? Bueno, de la Única buena : Jesús. Pues le hemos escupido.
Cada vez que relativizamos lo que dijo. Cada vez que "interpretamos" a nuestra manera porque nos resulta chocante la verdad, le escupimos. Cada vez que le cambiamos el sentido a lo que dijo, porque no nos gusta, porque nos vemos como lo que somos y no deseamos saber la verdad, le estamos escupiendo en la cara. Le estamos diciendo : no importa lo que Tú hayas dicho, yo lo cambiaré porque no me conviene.
Tengamos cuidado con no caer en el relativismo.
Ponte en el lugar del Dios Creador, a Quien  ya hemos herido profundamente viviendo lejos del propósito para el cual Él nos creó.
Ya le hemos herido, y Él nos ofreció Su vida, dándola para que tuviéramos la salida, para que volviéramos al camino antiguo de tener una relación de hijo a Padre con Dios. Esto costó el precio del sacrificio y dolor de Su Hijo en la cruz.
Y cada vez que decimos : no  necesito la cruz, estamos escupiéndole en la cara nuevamente.
 Cada vez que decimos : no es tan así, no es tan pecaminoso, no es tan importante, le estamos escupiendo.
Recuérdalo cada vez que alguien hable mal de la Biblia, menospreciando su mensaje, haciendo vano el dolor de Dios por nosotros, dándole una patada al Corazón amoroso de Dios.
Cada vez que alguien diga : es relativo.
Felizmente no todo es relativo.
Felizmente el Amor sacrificial de nuestro Padre Celestial por nosotros es bien real, es palpable y no es fruto de nuestra imaginación o una experiencia mística agradable.
Es real, y lo llevó a pagar un alto precio para traernos a casa.
Felizmente existe un Padre.
Protector, definido, jugado por Sus hijos.
Nada relativo, nada adaptado a un mundo inseguro, todo lo contrario.
Él no te dirá hoy que te ama y más tarde cambiará de opinión.
DIOS NO CAMBIA.
DIOS NO "EVOLUCIONA".
Estas son ideas muy humanas, muy filosóficas, muy adaptadas a la actualidad.
Pero nada parecidas a lo que Dios dice de Él mismo.
 Así como su opinión sobre el pecado es siempre la misma, su opinión sobre ti también es la misma : Él te sigue amando y te sigue buscando y
tiene la única salida para un cambio real en tu vida.
Cree en la Biblia tal como es, no aceptes argumentos que hagan de Su Mensaje un mensaje aguachento, diluído. Una voz que no podrás escuchar.
La Biblia solo puede ser eficaz en tu vida si la crees, si aceptas su mensaje tal como es, no un "mensaje interpretado".
Es la carta de Amor de Dios para ti.
No permitas que nada ni nadie te ponga un velo de "relativismo" sobre los ojos,  para que no puedas leerla.
No lo aceptes, pues te estarás perdiendo lo mejor de la vida : conocer a tu Buen Padre Celestial.
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