lunes, 10 de marzo de 2014

Recibiendo capacidades celestiales


He aquí que yo te he puesto por trillo, trillo nuevo, lleno de dientes; trillarás montes y los molerás, y collados reducirás a tamo.
Isaías 41: 15
 
Hay una gran diferencia cuando Dios dice que Él nos da la fuerza, en comparación a cuando nosotros creemos tener fuerzas.
 La fuerza humana tiene un límite. El entusiasmo con que empezamos algo depende de muchos factores, los cuales pueden todos desaparecer de un momento a otro o cambiar de posición, llenándonos de incertidumbre.
 Pero hay un factor que no cambia, y es la decisión de Dios de ocuparse de nosotros.
 ¿El Señor te habló alguna vez en forma personal?
 No digo si alguien te habló o aconsejó. A veces buscamos consejo, o a veces alguien nos da su punto de vista sobre algo. Si el consejo recibido está de acuerdo con la Palabra de Dios, bienvenido sea.  Genial.
Pero me refiero a una Palabra específica dada por Dios a cada uno en forma particular.   En realidad el Señor siempre habla y siempre da indicaciones personales. Pero nosotros, sea por distracción, sea porque no nos levantamos con el ánimo ideal, no abrimos los oídos y no nos enteramos.
   Sin embargo, algunas veces nos disponemos a oírle y entonces recibimos Su Consejo.
 Generalmente, Su Consejo es siempre alentador. Aún si hubiera pecado, el Señor no se queda en el pecado. No es acusador. El que acusa es el diablo (Apocalipsis 12:10). Dios lo saca a la luz y nos dice simplemente: arrepiéntete y sígueme. Así de simple. Él ya proveyó la sangre de Su propio Hijo para limpiarnos y nos invita a hacerlo y esto sucede en forma instantánea.
 Luego te levantas y sigues.
Entonces, si en alguna de las veces en que nos levantamos con el ánimo ideal, “sintonizamos” con Él, seguramente hemos recibido una Palabra, una promesa de que Él tiene un Plan con nuestra vida. Y en ese Plan somos sus instrumentos en algo. Quizás te sientas completamente incapacitado para realizar lo que Él te indicó. O quizás simplemente una mañana te levantaste sin ningunas ganas de hacerlo. Sin motivación. Sin fuerzas. Sin visión.
Pero, felizmente, la visión no depende de ti. Él tiene la visión Él sabe a qué apunta.
Felizmente, las capacidades no dependen de ti.:ya Él las puso en ti, aunque hoy no las estes "sintiendo".
Y, felizmente, las fuerzas para perseverar en lo que Dios te asignó, tampoco dependen de ti, sino de Él, quien es el Fuerte, y no se cansa nunca: "¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová ..? No desfallece (est es : no se debilita) ni se fatiga con cansancio... (Isaías 40:28.
Nuestro ánimo es fluctuante.
Nuestras "ganas" dependen de muchas cosas, tanto externas como internas. pero podemos estar seguros de que el ánimo y las ganas de Dios de cumplir su Plan para tu vida es el mismo TODOS LOS DÍAS.
Puede que hoy te hayas levantado sintiéndote pequeño y débil como un gusano, pero el Señor te alienta y te dice :"No temas. No escuches a tus sentimientos al respecto. No oigas los latidos indiferentes de tu ánimo intermitente.
Yo no cambio. Lo mismo que te dije ayer, sigue siendo válido hoy.
¿Te sientes débil?
Yo te digo que eres fuerte.
¿No tienes ánimo? Y te digo que te di ese ánimo.
Levántate, porque hoy sigues poseyendo los dientes afilados que ayer te prometí y te di.
En cada uno de nosotros, la vida, las personas que nos han rodeado y las experiencias que hemos vivido, han actuado como un espejo en el cual creemos reflejarnos.
Lo que se ha dicho de nosotros, es lo que creemos que somos.
Lo que otros han creído de nosotros,  lo  creímos.
Pero hoy Dios te dice : Yo tengo otro espejo para ti : MI PALABRA.
Mi espejo dice que tú no eres un gusano.
 Mi espejo dice que tú eres una nueva criatura, pues Yo vivo ahora en ti.
Mi espejo dice que tú tienes nuevas capacidades, porque Yo las puse en ti.
Mi espejo dice que que tú puedes, porque Yo estoy en ti.
¿Te das cuenta?
Tú no eres un pobre pecador. Mi espejo dice que tú ya has sido redimido y en Mí tienes las fuerzas del trillo nuevo para vencer el pecado y todo obstáculo que se te presente en el camino que te indicaré.
Un trillo nuevo se usaba para las cosechas de trigo. Pero Dios te usará para fines más grandes.
Él dice que Él te ha dado las capacidades necesarias para moler las montañas de tu vida. Es decir : las dificultades, los problemas, los obstáculos.
Pero Dios te ha dado también las capacidades y la fuerza para moler montañas en las vidas de otros, para bendecir y para ayudar.
¿Cómo? te preguntarás. Primeramente, creyéndolo: “. . .el justo vivirá por fe” (Habacuc 2:4). “Sin fe es imposible agradar a Dios” (Hebreos 11:6), y la fe es dar un paso basado solo en la Palabra de Dios, no en lo que sientes. Si Él te dice que tienes la capacidad, haz lo que te vaya indicando, aunque parezca que no hay respaldo, porque eso es caminar por fe.
¿No  has recibido aún una indicación concreta? ¿Quisieras conocer ese maravilloso Plan de Dios para ti? Pasa tiempo con Él, leyendo Su Palabra sin prejuicios, buscando oír Su Voz. Escucha mensajes de siervos de Dios que te llenen de confianza y de fe en tu Padre Celestial, y entonces, tus oídos se abrirán, y podrás comprender cuando Él te indique algo.
No te inquietes si solo recibes una pequeña indicación. Tu Padre Celestial te va dando las instrucciones paso a paso, no todas a la vez.
Recuerda : Tus sentimientos son fluctuantes, tan cambiantes como el tiempo. Dios no cambia : las fuerzas que recibiste ayer, están vigentes hoy. La motivación que ayer te movió, está en Él hoy, y en ti, porque Él vive en ti.