El Señor es bueno,
fortaleza en el día de la angustia;
y conoce a los que
en El confían. Nahum 1:7
El Señor es Bueno. El vive en un lugar llamado Bondad. Sus Pensamientos son
Bondad. Sus propósitos son Bondad.
No hay nada en la angustia que pueda venir
de Él. La angustia es un dardo envenenado que el diablo tiene muy bien preparado
y sabe también con quién utilizarlo.
Muchas de nuestras debilidades, traumas
y trasfondo psicológico negativo fueron ideados por el mismo diablo, quien vino
para "robar, matar y destruir", dice la Biblia.
Cada detalle de las
experiencias negativas que hemos vivido y que nos han marcado, averiando
características de nuestra personalidad que eran preciosas, fue cuidadosamente
diseñado por él.
Pero, ¡aleluya! Nada nos obliga a vivir bajo ese yugo
malvado, ahora que conocemos a Jesús.
El diablo continuará a utilizar los
hilos de siempre para manejarnos como a marionetas en su plan maquiavélico.
Él conoce nuestros puntos débiles, e intentará explotarlos para destruirnos,
y destruir a quienes amamos y deseamos ayudar. Él creará división, malos
entendidos, incomprensión, y disensión. Hace siglos que es un experto en usar
los mismos métodos y obtiene con ello muchas victorias, pero ... no nos
engañemos. Para el cristiano es un enemigo vencido, aunque se crea ganador, no
ganará en la vida de un cristiano.
Declara que tienes victoria en Cristo
Jesús. Dile al mismo diablo : "No te creas que me ganarás, diablo. No me robarás
las almas por las cuales estoy intercediendo. No me robarás a mi familia ni a
mis amigos. No me destruirás, porque aún tengo mucho para hacer aquí en este
mundo. En el Nombre de Jesús te ordeno salir inmediatamente de mi vida, de la de
mis familiares y amigos ( nómbralos), y ahora mismo desato el Poder de Dios
sobre sus vidas y la liberación de todo espíritu atormentador de mi vida y de
las suyas, en el Nombre de Jesús."
No permitas que te gane el malvado. Gánale
tú, que para eso Dios te dio las armas correctas y la fuerza que viene de lo
alto.
Dios conoce a los que confían el Él, eso quiere decir que el Señor nos
respalda.
No estamos luchando contra el aire. No estamos solos en una
batalla contra grandes enemigos.
Tenemos al Gran Gigante a nuestro lado. Él
respalda cuando tomo autoridad contra las tinieblas. Él respalda cuando desato
la bendición para que se manifieste.
Él respalda cuando siento que no tengo más
fuerzas, y las reclamo. Entonces me rodea con Sus Brazos poderosos.
Porque Dios sabe muy bien quién
es el que confía en Él y quien no. Él está queriendo ayudarnos a que confiemos
más en Él.
Aferrémonos a Sus Promesas y marchemos en ellas y no sin ellas,
como si no existieran, como si fuésemos huérfanos frente a un mundo que está en
caos.
No estamos solos. Dios, el Todopoderoso está con nosotros.