Si
alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos
abundantemente y sin reproche, y le será dada. Santiago 1:5
Como vimos ayer y anteayer, los
dos primeros pasos para salir del desierto son :
1) dejar de esforzarme en la carne , y aceptar la Gracia de Dios como parte de una vida normal cristiana.
2) Desatarme del pasado y de las personas que me han hecho algún daño, mediante el acto de perdonar.
1) dejar de esforzarme en la carne , y aceptar la Gracia de Dios como parte de una vida normal cristiana.
2) Desatarme del pasado y de las personas que me han hecho algún daño, mediante el acto de perdonar.
El desierto es la consecuencia
de los caminos de la carne, es decir nuestros caminos. Dios tiene un Plan de
Bendición para todos y cada uno de Sus hijos, pero cuando pretendemos vivir
según nuestra prudencia y nuestras ideas, caemos inevitablemente en un desierto
sin fin. Por el contrario, desde el momento en que nos damos cuenta, en que nos
arrepentimos y decidimos hacerle caso al Señor, pasamos de los caminos que
llevan al fracaso (los nuestros), a los caminos que llevan a la victoria : los
Suyos. “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros
caminos mis caminos, dijo el Señor. Como son más altos los cielos que la
tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos
más que vuestros pensamientos. Isaías 55 : 8-9.
Hay quienes piensan que Dios es “misterioso”.
Que Sus caminos no podemos conocerlos. Pero el Señor nos dice todo lo
contrario. “¿No clama la sabiduría, Y da
su voz la inteligencia?” Proverbios 8:1. “Hijo mío, está atento a mis palabras;
Inclina tu oído a mis razones. No se aparten de tus ojos; Guárdalas en medio de
tu corazón; Porque son vida a los que las hallan, Y medicina a todo su cuerpo.
Proverbios 4:20-22.
Dios siempre está hablando. Dios
siempre nos está guiando. Somos nosotros los que no permanecemos “atentos” a Su
sabiduría y a Sus indicaciones para nuestro bien.
Así que el tercer paso para
salir del desierto es empezar a oír Su voz. ¿Cómo?
Dios nos habla a través de Su
Palabra. Ella es la carta abierta para nuestra vida y cada vez que seguimos sus
indicaciones nos encaminamos hacia lo bueno tanto para nuestra vida como para
la de los demás. La verdad es que el Señor no nos revela el plan completo, nos
lleva paso a paso, pero SIEMPRE NOS DA RESPUESTAS. Es importante que tengamos
confianza en eso.
Santiago dice que el hombre que pide sabiduría
y está dudando si Dios le contestará, no está en condiciones de oír la voz de
Dios. Ten confianza. Tu Padre te ama y estaba deseando que te decidieras a
seguir Sus métodos en lugar de los tuyos. Así que tiene algo para decirte.
Búscalo en la Palabra. Apaga el televisor y la radio y busca Su Rostro en
oración sencilla. Cuando obtengas la respuesta, tómala, es tuya. La promesa que
Dios te ha dado es para creerla y tomarla, para que la consideres como un hecho
y para que pongas por obra lo que te indicó que debes hacer.
A veces será algo inmediato, que debes hacer
ahora, o en los días que siguen. Otras veces es un anuncio de algo que sucederá
siempre y cuando colabores para que eso suceda, es decir, que obedezcas.
La obediencia es el cuarto paso
y tan importante como pedir la guía del Señor. Él no pone en nosotros cargas
imposibles de llevar. Lo que El indique es algo posible, algo que puedes hacer,
no algo que no harías de ninguna manera. Sin embargo, puede que te parezca poco
lógico lo que Él diga. Puede que pienses : ¿Cómo es que esto va a funcionar?
Pero siempre han sido así las indicaciones de Dios. Cuando la viuda de Sarepta
se estaba por morir de hambre junto con su hijo, el profeta de Dios le pidió
que con la harina y el aceite que tenía cocinara primero para él. Parece una
proposición cruel y egoísta, pero el profeta sabía de parte de Dios que aquella
mujer sería bendecida haciendo de esta manera, y así fue. Cuando Dios le dijo a
Abraham que se fuera de su tierra y que dejara a su parentela a una tierra que
luego le mostraría parecía muy loco, pero era la verdad. Y se cumplió lo que
Dios decía de que Abraham sería bendito y sería de bendición para todas las
familias de la tierra. Las indicaciones del Señor siempre están basadas en Sus
Conocimientos de lo que está pasando, no en lo que nosotros sabemos, que es menos
de lo que Él sabe. Sus consejos están basados en Sus leyes, que están por
encima de nuestros caminos o pensamientos. Así que confiemos. Si Él nos da un
consejo es porque ESE CONSEJO FUNCIONA. Ese método que Él nos dio, funciona. No
dudemos del Amor y de la fidelidad de nuestro Dios.
Oración : Padre Celestial : Hoy vengo a ti
confiado, sabiendo que Tus caminos son más altos que mis caminos, y Tus
pensamientos más altos que mis pensamientos. Tú tienes la puerta de salida de
este desierto. Busco tu Rostro y te pido sabiduría para saber qué hacer. Ahora
creo que me la das, Señor, porque Tú eres fiel y deseas bendecirme. Gracias
desde ya por esta preciosa respuesta, Señor. Sé que no hay otro camino en el
que yo pueda confiar que el que Tú tienes para mí. Sé que no hay otro consejo
que me pueda servir que el que Tú me das, Señor, así que , como estoy deseando
salir de este desierto, te escucharé y obedeceré, te creeré. Gracias, Señor, en
el Nombre de Jesús, amén