domingo, 9 de septiembre de 2012

Aflicción máxima

"Mis entrañas hierven, y no reposan ; Días de aflicción me han sobrecogido." Job 30 : 27
 
En el momento máximo de su aflicción, Job no podía ver otra cosa que su dolor. ¿Acaso podemos comprender la situación por la que estaba pasando este hombre de Dios?
Es fácil andar con quienes todo el tiempo están hablando cosas lindas, quienes nos alientan y están dispuestos a alimentar la visión que Dios nos ha dado de vida en abundancia, pero cuando nos encontramos con alguien que ha peleado sus batallas con las fuerzas que tenía y ya no sabe cómo enfrentarlas, al punto que espera la muerte como único recurso, entonces no nos sentimos tan cómodos.
El hecho es que si estamos frente a un caso de éstos, nos encontramos con un Job, y un Job éstá en el momento máximo de su aflicción, está en su calvario personal, en su prueba máxima y solo queda un camino para él.
Cuando el mismo Señor estuvo a punto de dar su vida, expresó : mi alma está muy triste hasta la muerte ... su sentimiento era de dolor, y no importa cuánta gloria hubiera después, pues ése momento había de pasarlo. El dolor es real. La angustia es verdadera. El afligido no está fingiendo ni jugando un juego de mazoquismo, sino que está sufriendo y, como tan acertadamente dijo un predicador : "el dolor habla" queriendo ahogar la fuerza de la Palabra de Dios.
Pero hay algo que el afligido hasta lo máximo debe saber, que no debe ignorar, puesto que Dios no quiere que lo ignore. Por algo nos quedó este libro de Job hasta hoy. No en vano Dios hizo que formara parte de Su Palabra : la historia de un hombre en medio de millones de hombres en el mundo antiguo podía haberse perdido, como se han perdido tantas, pero ésta queda como ejemplo, como imagen para tener en cuenta.
Y es que esta frase que dice Job, que escribí más arriba, la dice en uno de los momentos más dolorosos, en medio de su discurso, antes de que el último consejero hable y le traiga sabiduría."Mis entrañas hierven y no reposan", esto es : tengo fiebre y no puedo ya conciliar el sueño, estoy en vigilia continua a causa de mis enfermedades y aflicciones. No me queda esperanza alguna porque "días de aflicción me han sobrecogido". La aflicción le tomó de sorpresa y no se detuvo. El dolor llegó hasta su máxima expresión.
¿Parece demasiado? ¿Parece que Job se lo está inventando? Pues no : se le murieron todos los hijos, perdió todos sus bienes y además está enfermo hasta no poder más. Si eso no es aflicción ...
Sin embargo, y eso es lo que quisiera resaltar hoy : La historia de Job no termina con su aflicción. Dios no permitirá que el diablo destruya al creyente. Por más que todo lo hayamos perdido, por más que hayamos pasado por el desierto más seco y aterrador que exista, la historia nunca termina ahí. Dios nos muestra que El quiere ver resucitar nuestros sueños. Así como Dios llevó a su Unico Hijo a la cruz, así también algunos de sus hijos predilectos lo pierden todo ... momentáneamente... para volverlo a recobrar más tarde ... si confían en El.
La pregunta no es si estás afligido hasta el máximo. La pregunta no es si el horno ha sido calentado siete veces más que lo acostumbrado para ti. La pregunta es otra : ¿Crees que Dios tiene aún tus sueños en Sus Planes? ¿Crees que El puede resucitarlos de la muerte así como resucitó a Su Mismo Hijo? ¿Crees que en tu vida Dios puede mostrar su maravilloso poder como lo hizo con Sara y Abraham, cuando era ya imposible? Y lo más importante  . ¿Crees que Dios QUIERE hacerlo?
Porque si la respuesta es no, entonces este mensaje es para ti de parte de Dios : Aún tienes que ver lo que Yo voy a hacer con tu vida, dice Dios.
Confía en El. Dios nunca deja a sus hijos muertos. Dios nunca deja a sus hijos sin esperanza. Dios es especialista en milagros, en prodigios, en vivificar cuerpos enfermos y en devolver el vigor a los huesos secos. Créelo, porque El desea, el te pide que le creas. ¿Hallará el Hijo del hombre fe en tu corazón? Pondrás confianza en El, aunque sea un hilito que no puedas articular con los labios a causa de tu debilidad física?
Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. El está contigo como lo estuvo antes. Echa fuera en el nombre de Jesús tu aflicción. Declara con tus labios, aunque sea en un susurro las promesas de Dios respecto a tu situación. Créele al Señor, porque El está con el ojo puesto en tu fe, esperando esa fe para responder a tu oración.
 
 
"10 Y quitó Jehová la aflicción de Job, cuando él hubo orado por sus amigos; y aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job.
11 Y vinieron a él todos sus hermanos y todas sus hermanas, y todos los que antes le habían conocido, y comieron con él pan en su casa, y se condolieron de él, y le consolaron de todo aquel mal que Jehová había traído sobre él; y cada uno de ellos le dio una pieza de dinero y un anillo de oro.
12 Y bendijo Jehová el postrer estado de Job más que el primero; porque tuvo catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnas,
13 y tuvo siete hijos y tres hijas.
14 Llamó el nombre de la primera, Jemima, el de la segunda, Cesia, y el de la tercera, Keren-hapuc.
15 Y no había mujeres tan hermosas como las hijas de Job en toda la tierra; y les dio su padre herencia entre sus hermanos.
16 Después de esto vivió Job ciento cuarenta años, y vio a sus hijos, y a los hijos de sus hijos, hasta la cuarta generación.
17 Y murió Job viejo y lleno de días."        Job, último capítulo.

"Considera al íntegro, y mira al justo;
Porque hay un final dichoso para el hombre de paz."        Salmos 37 : 37