QUIEN NUNCA NOS ABANDONA

Seguro que si comenzaste a caminar con Dios por fe, se te presentó oposición.
Seguro que se te juntaron varias batallas a la vez. Lograste un triunfo aparecieron dos luchas más, entonces te sentiste cansado, realmente cansado y dijiste : esto es demasiado.
Justo cuando ibas a gritar : Victoria !!! Lo logré !!! Te apareció otra cosa que no esperabas, algo que te hace pensar, pero cómo? recién acabo de ganar una pequeña batalla y ya se me presenta otra?
O te viene desprevenidamente un acceso de mal carácter, o algo que te parece demasiado injusto te hace saltar y defender tu causa o la de otro, y ... zas !!! Te preguntas si habrá estado bien lo que hiciste y entonces, "algo" te impide disfrutar y gozarte en la victoria anteriormente conseguida.
A veces te sientes decepcionado con respecto a la gente. Alguien de tu confianza, a quien aprecias, tampoco está en condiciones de escucharte hoy. La carga se hace demasiado pesada. Y te quiebras.
Hay solución para tu problema. En la Biblia hay ejemplos para todas las situaciones y he aquí una promesa para cuando te sientas así : "Porque El librará al menesteroso que clamare y al afligido que no tuviere quien le socorra". Sal. 72:12
Es normal que tengamos esos momentos en los cuales somos concientes de nuestra propia limitación, de nuestra debilidad o falta de visión. Porque simplemente aún estamos atados a esta carne mientras caminamos aquí.
Dios te conoce y sabe cuales son tus puntos débiles.
Dios conoce tu historia, tu pasado, cada detalle que te fue formando y marcando tal como eres ahora.
Ese Dios todo lo sabe y como un Padre  que no olvida a sus hijos hoy te dice: YO TE LIBRARE.
Clama a Mí y yo te libraré.
Y especialmente para esos momentos en que el mundo se ha hecho sordo, o en los que eres conciente de que tu carga es demasiado grande para depositarla sobre los hombros de otro para quien resultaría demasiado pesada, sabes que El te socorrerá : porque a aquel que no tiene quien le preste atención, Dios le presta atención.
El promete prestarte especial atención hoy. Escucharte de corazón a corazón. Abrir los brazos y recibirte cargado como estás, afligido como estás. Tal como estás.
El tiene la solución. Cuéntale TODO a tu buen Padre.