viernes, 7 de marzo de 2014

RECIBIENDO SABIDURÍA


... para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria,
os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él...
Efesios 1:17

Cuando el Dios eterno, el Padre de toda la gloria existente, nos abre el entendimiento, la idea de un Dios en blanco y negro se esfuma y empezamos a recibir un destello del conocimiento de ese Dios que creó los colores. Ese mismo Dios que prepara una Jerusalén celestial llena de piedras preciosas con los matices del arco iris.
¿Nos lo podemos imaginar?
Cuando nos enfrentamos al Dios verdadero, siempre nos sentimos alentados, reconfortados. Siempre descubrimos que no estábamos solos.
Siempre tomamos conciencia de que El nos estaba mirando, y de que tenía algo maravilloso para mostrarnos, algo que no habíamos visto, en nuestra idea apresurada ... hasta para leer la Biblia. La leemos tan rápidamente, pensando conocerla o quitando importancia a alguna frase o pasaje, que cuando su luz llega, nos asombramos de cuán grande es nuestra ceguera.
Dios ve en colores, no lo olvides.

Dios llama a lo bueno, bueno y a lo malo, malo, y en la Biblia están muy claras las cosas al respecto.  
Sin embargo, hay cosas que no están marcadas en el Libro de los libros, y que en realidad no son importantes, pero para algunos se transforman en parte de sus tradiciones. Y cuando esa tradición te esté invalidando, pues sacúdetela, porque quizás para otra persona sea una carga fácil de llevar, pero para ti es un obstáculo en la visión que Él quiere darte.
Aférrate a la Palabra, porque ella es poder en tu vida, ella es la que transforma y no ninguna tradición.
Escucha mensajes inspirados. Oye la Palabra de Dios de la mayor cantidad de predicadores que puedas. Aliméntate y nútrete, porque de lo que aprendas, de lo que comas, espiritualmente hablando, desarrollarás tu potencial, y lo que el Señor puso en ti.
Cuando un mensaje te aliente, te inspire y te ayude a levantar cabeza, escúchalo, si te es posible, varias veces. Grábalo, o consigue la grabación, pero no te prives de oírlo una y otra vez, hasta que puedas pasar a otro. 
El Señor estableció que El hablará a través de sus siervos.
Aunque podamos (y debamos) alimentarnos de la Palabra en privado, en nuestras casas, recibiremos una revelación especial, y una fortaleza mayor, escuchando una prédica, oyendo lo que Dios habla a través de sus siervos. No porque a otro Dios le pueda hablar mejor que a ti, sino porque El LO ESTABLECIÓ DE ESE MODO. Es la interdependencia del cuerpo de Cristo. Es la conexión de los miembros del cuerpo. Así como en el cuerpo humano, los órganos no pueden funcionar separadamente, sino que están interconectados, así sucede con nosotros, la Iglesia de Dios. Nos necesitamos. Dios quiso que así fuera.
Así que tú busca a Dios en lo secreto de tu cámara, y en la voz que se manifiesta a través de aquellos a quienes Dios escogió para hacerse oír.
Si lo haces siempre serás edificado.

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